El vicepresidente de Coordinación Institucional, Solidaridad y Relaciones Externas de la ONCE, Alberto Durán, ha entregado al teniente general jefe del Mando de Personal del Ejercito de Tierra y presidente del Consejo Rector del Patronato, Guillermo Manuel Fernández Sáez, una lámina enmarcada con este cupón que incluye la frase ‘150 años al servicio de nuestros huérfanos’.

El origen del Patronato de Huérfanos del Ejército de Tierra se remonta al último tercio del siglo XIX, debido a las guerras carlistas y las de Cuba y Filipinas, que provocaron un elevado número de huérfanos. El teniente general Fernando Fernández de Córdova, Marqués de Mendigorría, por segunda vez director del Arma de Infantería, hizo realidad su proyecto, que se materializó el 9 de junio de 1871.

En septiembre de ese mismo año cuando se aprobó el proyecto de creación del asilo de huérfanos de los militares procedentes del arma de Infantería, que se instaló en Toledo, en el antiguo Hospital de Santa Cruz.

La saturación del centro provocó que la reina María Cristina cediera las cocheras reales de Aranjuez para habilitarlas como centro docente. Las nuevas instalaciones se inauguraron el 29 de enero de 1887 con el nombre de Colegio de María Cristina para huérfanos de la Infantería. En 1895 regresaron a Toledo, al antiguo Cuartel de San Lázaro.

Esta iniciativa de la Infantería fue secundada por las demás Armas y Cuerpos. Tras la Guerra Civil, se creó un patronato de huérfanos por cada arma o cuerpo. En 1943, se dispuso la creación de tres únicos Patronatos de huérfanos: de oficiales, de suboficiales y asimilados y de tropa. Y en 1954 se creó la Jefatura de Patronatos de Huérfanos de Militares. En 1981, se refundieron en uno solo los tres patronatos con el nombre de Patronato de Huérfanos del Ejército de Tierra (Pahuet), que continúa actualmente con el mismo nombre.

Con el tiempo fueron disminuyendo los conflictos bélicos y reduciéndose el número de huérfanos protegidos. Así, de los 21.000 huérfanos que había en el año 1946 se ha pasado a cerca de 1.400 a finales del 2019.

Esto ha implicado la disminución del número de colegios y residencias. De hecho, en la actualidad el patronato solamente cuenta con tres residencias: las residencias de La Inmaculada y San Fernando en Madrid, y la de Santiago en Valladolid.

JUEGO RESPONSABLE

Todas las loterías de la ONCE componen una oferta de juego responsable, seguro y social que permite a la organización cumplir sus objetivos: realizar una amplia labor social y solidaria destinando todos los ingresos a mejorar la calidad de vida de las personas ciegas y/o con otra discapacidad; y una gestión segura y responsable porque la ONCE se preocupa de garantizar la protección del conjunto de consumidores, desde el diseño de los productos hasta su comercialización.

El Cupón Diario de la ONCE ofrece, por 1,5 euros, 55 premios de 35.000 euros a las cinco cifras. Por 0,5 euros más, de jugar también a la serie, y ganar ‘La Paga’ de 3.000 euros al mes durante 25 años, que se añadirá al premio de 35.000 euros. Los cupones de la ONCE se comercializan por los cerca de 20.000 agentes vendedores de la ONCE. Además, se pueden adquirir desde ‘www.juegosonce.es’, y en establecimientos colaboradores autorizados.