En los pasillos del Congreso de los Diputados, Alonso aseguró que a todos los dirigentes del PP "nos preocupa" lo que está ocurriendo porque, más allá de que pueda existir una red de "gente que se intente aprovechar" del partido, hay una quiebra de algunos elementos del Estado de Derecho, como las garantías del secreto del sumario o de las conversaciones de los acusados con sus abogados.

La conclusión, a su juicio, es que el PP no puede tolerar conductas que no sean acordes "con la decencia que se exige a un cargo público", pero también que ahora en España el Estado de Derecho es "muy mejorable".

En todo caso, aseguró que no ve por qué tendría que dimitir Francisco Camps, de cuya honradez y honestidad no tiene "ninguna duda", y subrayó que sobre Costa no pesa ninguna imputación penal, por lo que cualquier medida contra él se debería sólo a "presión de la opinión pública".