La campaña 2021 se ha prolongado hasta este mes de septiembre. Es la vigésima que se desarrolla en estos yacimientos, declarados Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno autonómico en la categoría de Zona Arqueológica y Paleontológica.

Es el único enclave de la Comunidad de Madrid donde se han encontrado restos de Homo Neanderthalensis, los primeros pobladores de la región.

Financiadas por la Comunidad de Madrid, entre otros patrocinadores públicos y privados, las labores de excavación e investigación que realizan casi un centenar de arqueólogos, paleontólogos, restauradores y topógrafos han convertido a este enclave en un punto de referencia internacional.

La dirección científica corre a cargo de los doctores Juan Luis Arsuaga, catedrático en Paleontología y director del Museo de la Evolución Humana en Burgos; Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y codirector del Instituto de la Evolución en África; y Alfredo Pérez-González, catedrático en Geología.

El Gobierno autonómico, a través del Museo Arqueológico regional, tiene prevista la construcción junto a los yacimientos de un Museo del Valle de los Neandertales que añadirá valor cultural, científico, turístico y divulgativo al conjunto.

El Museo-Centro de Interpretación del Valle de los Neandertales, situado en la localidad de Pinilla del Valle, cuyo presupuesto aprobado en Consejo de Gobierno el pasado mes de mayo es de 1,7 millones de euros, será un espacio anexo al Parque Arqueológico. En él se exhibirán piezas originales y réplicas de los hallazgos realizados en el yacimiento, acompañados por paneles explicativos y recursos museográficos que harán comprensible el proyecto.

El terreno donde estará situado este museo se encuentra en el núcleo urbano de Pinilla del Valle, justo enfrente de los yacimientos, por lo que permite la comunicación visual entre ambos.

En el Valle Alto del Lozoya compartieron hábitat durante más de 200.000 años grupos de neandertaales con hienas, osos, leones, bisontes o rinocerontes. Por ello, los yacimientos de Pinilla del Valle son uno de los enclaves más importantes para conocer los modos de vida de los primeros madrileños.