En concreto, instó al PP a volver a la “normalidad”, a una derecha “centrada que no se apoya en los extremos” y a que vuelva al diálogo y a “aportar” a España. “Quien no entienda a España en su diversidad, nunca será capaz de alcanzar su confianza”, añadió, al tiempo que lamentó que al PP “no le quedan argumentos porque faltan propuestas”.

Así lo indicó Rodríguez durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, tras la pregunta del diputado del PP, Vicente Betoret, quien quiso conocer qué negocia el Gobierno central en la mesa independentista que no puede debatir en el Parlamento.

En este sentido, explicó que la mesa de diálogo celebrada el pasado miércoles forma parte de las relaciones “normales” entre distintas instituciones, en este caso, el Gobierno de España y el de la Generalitat de Cataluña.

Asimismo, subrayó que lo único que dejaron en su etapa de Gobierno en las relaciones entre el Ejecutivo de España y el de la Generalitat catalana y en la sociedad catalana con el resto de la sociedad española fue “conflicto, enfrentamiento y dolor”. También insistió en que sus “únicas recetas” fueron el “inmovilismo y la confrontación”.

Según Rodríguez, durante la etapa del PP en el Ejecutivo “alteraron gravemente” la reputación internacional de España, ya que “se les fugó hasta medio Gobierno de la Generalitat al extranjero”. Al respecto, destacó que la única diferencia entre el PP y el PSOE es que, entonces, “esta bancada y este grupo parlamentario estuvo del lado del Gobierno”.

A su vez, criticó que al PP no le gusta dialogar y resaltó que el Parlamento tiene “deberes por hacer” y los tiene que hacer el partido de Pablo Casado, como por ejemplo renovar los órganos constitucionales, que pertenecen a la misma Constitución que los populares “defiende cuando les apetece y solo en aquello que les apetece”.

MESA DE DIÁLOGO

Por su parte, Betoret hizo hincapié en que la mesa de diálogo fue “un engaño” porque el Gobierno se ha convertido en una “máquina de hacer favores”, de devolver favores a Podemos, con quien “Sánchez dijo que no podría dormir con ellos en el Gobierno”; a EH Bildu, con quien juró que “jamás pactaría”, y al independentismo catalán a cuyos políticos presos “juró no indultar nunca”.

A su juicio, la mesa de diálogo es solo una “cortina de humo para conspirar a puerta cerrada”, por eso se “niegan” a hacer público el contenido de las reuniones de la vergüenza, porque sabe que España entera “pondría el grito en el cielo” al ver al Ejecutivo “arrodillado” ante quienes quieren “romper España, someter las instituciones democráticas y doblegar la democracia”.

En concreto, lamentó que el Ejecutivo se “niega” a hacer públicos los asuntos tratados en esas reuniones porque el objetivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez es “salvar a Pedro Sánchez” y hacer públicas las actas de la “mesa de la vergüenza” supondría “tener que salir de La Moncloa de forma inmediata”.

Para acabar, preguntó que, si la apuesta del Gobierno es el diálogo, cuándo se celebrará una mesa con las familias que no pueden pagar la luz o con quien quiere educar a sus hijos en castellano en Cataluña “y no lo consigue”. Al respecto, Betoret apuntó que el Ejecutivo no busca el diálogo, sino que “ansía el poder y lo quiere a toda costa”. “Dimita señor presidente, dimita y todo acabará”, concluyó.