En una entrevista concedida a Servimedia, Sordo señaló que “ése es el objetivo que nos hemos marcado los sindicatos”, de alcanzar los 1.000 euros de salario mínimo en 2022, y que “queda muy reforzado con este acuerdo” cerrado con el Ministerio de Trabajo y Economía Social y sin la patronal la pasada semana.

El grupo de expertos creado para asesorar a Trabajo en la subida del SMI recomendaba elevarlo entre 12 y 19 euros este año y finalmente se ha fijado en 15 euros, en la mitad de la horquilla, hasta los 965 euros. Para 2022, los expertos aconsejan un incremento de 24 a 40 euros y Trabajo llegó a proponer 31 euros, también en la banda media, según revelaron los agentes sociales, hasta los 996 euros.

El dirigente de CCOO comentó que la negociación para el SMI de 2022 comenzará en diciembre y aventuró que llegar a un acuerdo con CEOE “sencillo no va a ser”.

Además, consideró que el desacuerdo en el salario mínimo para este año “a priori no tiene por qué contaminar” el resto de negociaciones, y que incluso “podría ser en positivo” por el hecho de que no haber pactado con CEOE “no ha impedido un acuerdo del Gobierno con los sindicatos”.

Respecto a la postura del Banco de España, que ha pedido prudencia con la nueva subida y ha advertido de “efectos secundarios” y particular incidencia en colectivos como jóvenes o mayores de 45 años, Sordo se preguntó si una subida de 15 euros "es una imprudencia” y “si la cuarta economía del euro puede permitirse trabajadores pobres”.

Defendió que los datos “no avalan” que la subida del salario mínimo destruya empleo y que ese impacto es “absolutamente residual” y se ve “compensado” por el dinero que introduce la subida en la economía.

Sordo insistió en que las empresas contratan porque prevén beneficios y que “ninguna, o de una forma absolutamente residual”, va a dejar de hacerlo por la subida de 15 euros. “Es un debate ridículo cuando lo bajas a la concreción de las cosas”, afirmó.

Además, señaló que los jóvenes o los mayores de 45 años no tienen por qué cobrar el salario mínimo y el grueso de las nóminas se fija en la negociación colectiva.

Aprovechó para recordar que en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) entre CEOE y los sindicatos que se firmó en 2018 se recomendó un salario mínimo en convenio de 1.000 euros y opinó que el debate que hay es en torno a la mejora general de los salarios y “el SMI es una coartada”.

Precisamente, respecto al AENC, pendiente de renovarse, Sordo advirtió de que “sería un error de todos” no abordarlo ahora. CCOO planteará no solo las cifras de referencia de subida salarial sino “otras cuestiones” de carácter cualitativo a insertar en la negociación colectiva como el trabajo a distancia.