Tribunales
La exjefa de ETA ‘Anboto’ acepta una condena de 15 años de prisión por ordenar el asesinato de Juan Carlos I
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La histórica jefa de ETA María Soledad Iparraguirre, alias 'Anboto', llegó este martes a un acuerdo con la Fiscalía, en virtud del cual acepta una de 15 años de prisión por haber dado la orden de atentar contra el rey Juan Carlos I aprovechando su presencia en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao el 18 de octubre de 1997.
El Ministerio Público pedía en el juicio que se celebraba este martes en la Audiencia Nacional un total de 27 años de cárcel. En concreto, la defensa de la etarra acepta nueve años por un delito contra la Corona con finalidad terrorista y seis por el delito de depósito de armas de guerra.
Además, 'Anboto' quedará inhabilitada para ocupar cualquier cargo público en el tiempo que dure la primera condena y tampoco podrá presentarse como candidata a ningún proceso electoral durante los próximos seis años. De igual modo, ha sido condenada a abonar las costas procesales.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, entre 1993 y hasta, al menos, diciembre de 1997, 'Anboto' asumió la dirección y coordinación de los comandos "legales" de la banda terrorista, es decir, aquéllos integrados por personas no identificadas por la policia.
DESTRUIR EL MUSEO
En el año 1996 se conformó el comando ‘Katu’, integrado por los ya condenados por estos hechos Eneko Gogeaskoetxea Arronategui y Kepa Arronategi Azurmendi, los cuales recibieron el pertinente adiestramiento en el uso de armas y explosivos y en la fabricación de los mismos.
Iparragirre era la responsable de los comandos legales de ETA. Cumpliendo con esa función se la atribuye haber ordenado a Eneko Gogeaskoetxea Arronategui y Kepa Arronategi Azurmendi, que mataran al Rey en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao.
Las órdenes eran claras, no debían poner en peligro vidas que no tuvieran que ver con el aparato del Estado y si el asesinato no fuera posible, debían destruir el museo para lo que les proporcionó una docena de granadas.
El día 13 de octubre de 1997, el comando trasladó las granadas ocultas en unas jardineras en una furgoneta con las matrículas falsas. Cuando procedían a descargar, fueron interceptados por una pareja de ertzainas que les dieron el alto. Los etarras huyeron pero mataron a uno de los policías.
(SERVIMEDIA)
14 Sep 2021
SGR/nbc