En un encuentro con la prensa, Álvarez pidió que la subida sea “inminente” y si se plantea el incremento solo para 2021, tendrá que partir “del actual coste de la vida en el mes de agosto, o de septiembre” y ser de 25 a 30 euros al mes. “Es verdad que, si el Gobierno llega a un acuerdo con las organizaciones sindicales que nos sitúe en perspectiva de sumar 2021, 2022 y 2023 podemos ser más flexibles” en la implementación, puntualizó Álvarez.

Los sindicatos prefieren un acuerdo para lo que resta de legislatura que deje el SMI en 1.060 euros en 2023 y en el caso de que sea así, Álvarez advirtió de que un aumento “por debajo de los 19 euros”, el máximo que ha propuesto el Gobierno para este año, “aunque sea en un contexto de 2021, 2022 y 2023 me parece difícil”.

Si el Gobierno propone un aumento menor, “las movilizaciones van a estar servidas”, advirtió.

Álvarez dijo esta mañana en el encuentro que “no hay que descartar” que CEOE se sume al pacto, pero horas después trascendió que la patronal ha confirmado su rechazo a un incremento este año en un comité ejecutivo extraordinario convocado hoy, según supo Servimedia.

El dirigente de UGT advirtió a los empresarios de que “tienen mucho que perder si no están en el acuerdo” porque “no sale gratis no firmar” y “es un mal presagio para el resto de negociaciones en marcha”.

Por otra parte, Álvarez fue preguntado sobre la prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y respondió que deberían extenderse “de oficio” y hasta final de año. Indicó que aún no se les ha convocado para esta negociación. La actual prórroga de los ERTE finaliza el próximo día 30.

Sobre la reforma laboral, que el Ejecutivo ha comprometido con Bruselas en este año, Álvarez afirmó que tampoco hay fecha para un nuevo encuentro pero que “todo está maduro” y juzgó posible el acuerdo. “No veo que haya elementos que digan esto es imposible, que se pueda llegar a un acuerdo” y “hay que darle tiempo al tiempo a la negociación”, afirmó.