Robles pidió allí a sus homólogos de la Unión Europea impulsar “la vigilancia activa y de presión al régimen talibán para limitar todo lo posible el actual escenario interno de terror y fanatismo” en Afganistán.

Afirmó que “Europa no puede ser un actor pasivo, ni mirar hacia otro lado, en el futuro de la gente de Afganistán” y recordó que “la dura lección aprendida en Afganistán debe ser tenida en cuenta en todas nuestras otras misiones” y debe servir para “marcar un antes y un después en la forma en que la Unión Europea proyecta seguridad”.

También deslizó una crítica, al remarcar que “las misiones de estabilización nunca pueden terminar de manera abrupta”, ya que “los delicados equilibrios que ayudan a crear sufren si los actores externos desaparecemos de repente”.

En otro momento de su intervención, instó a sus colegas a “retomar en cuanto sea posible las actuaciones necesarias para facilitar la salida de ese país del resto de familiares de nuestros colaboradores afganos, que no pudieron ser evacuados”, al igual que “de otras personas particularmente vulnerables, sobre todo mujeres y niñas”, que quieran abandonar el país asiático.

La ministra rindió “un sentido homenaje a todos los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, a los militares de los demás países, y a aquellos colaboradores que durante estos 20 años han fallecido en Afganistán”, con un entrañable recuerdo para ellos y sus familias, así como a los 13 soldados estadounidenses y ciudadanos afganos que perdieron la vida en el atentado del pasado 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul.

Para la titular de Defensa de España, la Unión Europea debe fomentar “que toda la Comunidad Internacional hable con una única voz de vigilancia activa y de presión al régimen talibán”, con el objetivo de “limitar todo lo posible el actual escenario interno de terror y fanatismo” y, al mismo tiempo, “evitar vulneraciones de derechos humanos”. En este mismo sentido, señaló que “no podemos aceptar que Afganistán vuelva a ser refugio del terrorismo internacional”.