Política
Ábalos reaparece junto a Robles para presentar el libro ‘295, los días que España vivió en estado de alarma’ de Joan Guirado
- El exministro ha escrito el prólogo de esta obra, que repasa el periodo más duro de la crisis del coronavirus y desvela detalles internos del Gobierno
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El exministro de Transportes José Luis Ábalos reaparecerá la semana que viene junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para presentar el nuevo libro del periodista Joan Guirado, ‘295, los días que España vivió en estado de alarma’, donde repasa el periodo más duro de la crisis sanitaria y revela anécdotas que sucedieron en el seno del Gobierno al estallar la pandemia.
La presentación tendrá lugar el lunes 13 de septiembre a las 19.30 horas en el Ateneo de Madrid y estará conducida por el presidente de la sección de derechos civiles de este centro cultural, Antoni Benito Bou.
Ábalos, que además ha escrito el prólogo del libro, reaparecerá en este evento público tras su salida del Ejecutivo en la remodelación del Gobierno que Pedro Sánchez acometió a principios de julio y tras su abandono de la Secretaría de Organización del PSOE. Por su parte, Robles acudirá al evento dos semanas después de finalizar la evacuación de Afganistán de la comunidad internacional y sus colaboradores locales.
Tal y como adelantó Servimedia el pasado domingo, en esta obra editada por Círculo Rojo se describe el periodo en el que España se paró con motivo de la pandemia de Covid-19, con todas las derivadas en el plano político, social y sanitario.
DUDAS AL SER “FILÓSOFO”
Una de las anécdotas que contiene es la referida a las palabras que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, expresó ante un corrillo de periodistas a principios de 2020 con la formación del Gobierno de coalición. Ahí mostró sus dudas al designar al ministro de Sanidad Salvador Illa porque no sabía “en qué cartera poner a un filósofo”. El objetivo de su nombramiento era reconducir las relaciones con la Generalitat ya que la cartera de Sanidad era “lo de menos”.
En ese sentido, Guirado afirma en la obra que “Sanidad es un resorte para cualquier dirigente político” puesto que las competencias de salud “están transferidas a las comunidades autónomas”. De tal modo, era el lugar “idóneo” para que Salvador Illa pudiera hacer “el trabajo sucio de Sánchez con el independentismo”.
Asimismo, en el prólogo que ha realizado José Luis Ábalos, este describe el libro como “una crónica íntima, objetiva, personal, social y sobria”, a la vez que “moralmente exigente, del que a buen seguro recordaremos como el peor año de nuestras vidas”. “No olvidaré jamás la angustia con que cada mañana los ministros del Comité de Seguimiento aguardábamos esos datos y cómo al recibir los informes los ojos se me iban indefectiblemente a la columna de fallecidos”, agrega el exministro.
UN TENSO CONSEJO DE MINISTROS
Por otra parte, destaca el ambiente de tensión con el que retrata el Consejo de Ministros extraordinario del 14 de marzo de 2020, que acordó el decreto de estado de alarma que confinó a toda la población y limitó el ejercicio de derechos fundamentales. También fue el segundo más largo de la historia con ocho horas de duración, según reconoció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En esta reunión, conforme recoge el periodista, Sánchez reiteró en varias ocasiones que estaban “centrados en salvar vidas”, como forma de copar la atención de sus ministros en “las cosas importantes” y “no en la discusión política”.
El real decreto que dictó tanto las medidas sanitarias como la lista de servicios esenciales estuvo sujeto a discusión en las deliberaciones gubernamentales. Se cuenta la influencia que tuvo Ábalos a la hora de incluir las peluquerías como servicio esencial. Tras leerse dicha enumeración, una vez ordenado el paro de la producción, le espetó al presidente: “Mi madre no se puede lavar el pelo sola en casa”. Sánchez le dio la razón y las peluquerías pasaron a ser un servicio básico para atender a las personas mayores y con necesidades especiales.
“HAY QUE PROTEGER LA SALUD PÚBLICA YA”
En octubre el Gobierno no aceptó la propuesta de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que insistía en cerrar solo algunas zonas de Madrid ante el repunte de casos. El Ejecutivo de Sánchez consideraba que esas medidas eran insuficientes para doblegar la curva de la pandemia y, además, con el inicio del puente del Pilar, necesitaba que esas restricciones se ejecutaran lo antes posible para que la gente no expandiera el virus por otras comunidades. Todo ello, desató el culmen de la confrontación entre Ayuso y Sánchez.
Según atestigua, a través de su entonces jefe de gabinete, Iván Redondo, el jefe del Ejecutivo estaba permanentemente informado de todo lo que ocurría porque estaba de viaje con el Rey en Cataluña. Redondo siguió la reunión ministerial que iba a aplicar las restricciones en la región desde una sala anexa a donde estaban reunidos los ministros. Tras dos llamadas sin éxito a Ayuso para que aplicase medidas más contundentes, según Moncloa, a las once y media se citó a los mandatarios y a las doce del mediodía el jefe del Ejecutivo recibió un mensaje de Carmen Calvo: “Presidente, empezamos el Consejo de Ministros".
La llamada de Sol finalmente llegó, pero con la reunión ya en marcha. El móvil de Sánchez, pegado al rey Felipe VI, reflejaba en la pantalla el nombre de la presidenta madrileña. Se apartó del monarca, habló unos minutos con ella, que le pidió más tiempo, a lo que el presidente le espetó que no lo había, que era necesario “proteger la salud pública ya”.
Finalmente, señala que hubo debate sobre “cómo se debía comunicar la decisión que, en la práctica, intervenía el gobierno autonómico de Madrid”. Según relata, “rápidamente” Redondo y el ex secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, trazaron “una línea comunicativa de ataque y confrontación directa contra el Gobierno de Ayuso”.
(SERVIMEDIA)
05 Sep 2021
MHE/pai