En un comunicado, la organización subraya que “la ocupación talibán de gran parte del país supone una amenaza sin precedentes para los periodistas y medios de comunicación independientes” y denuncia que decenas de medios de comunicación, principalmente radios y televisiones locales, tuvieron que dejar de operar tras llegar el control talibán, otros sólo emiten contenido religioso afín a la oficial ‘La voz de la Sharía’ y contenidos impuestos.

Durante la citada visita, la representación de RSF comprobó que “los periodistas afganos no sólo estaban expuestos a peligros físicos, sino que también sufren un desgaste psicológico derivado de la ‘guerra de la información’ emprendida por los beligerantes, así como por países como Pakistán, Irán, China y Rusia”.

La organización se hizo eco de que muchos periodistas temían entonces la perspectiva de un trato diferenciado, y que, en particular, se dé preferencia a los periodistas que trabajaban para medios de comunicación extranjeros en lo que respecta a las solicitudes de visado.

“Los rumores exacerban los temores, especialmente sobre la posibilidad de ajustes de cuentas por informaciones anteriores. Varias embajadas en Kabul han sido invadidas por periodistas afganos en busca de visados, mientras que los traficantes de personas han comenzado a inflar sus precios. La preocupación es especialmente notable entre las mujeres periodistas”, denuncia el comunicado de RSF, que recuerda que Afganistán ocupa el puesto 122 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que ha elaborado este año.