La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados alertó de la magnitud de la crisis humanitaria que vive el país y aprovechó para reclamar un “alto el fuego permanente” y una “solución negociada en beneficio” de la población de Afganistán.

También puso de manifiesto que el coste humano de esta espiral es “inmenso”, lo que puede provocar que, si no se produce una disminución significativa de la violencia, Afganistán registre el mayor número de víctimas civiles documentado en un solo año desde que existen estadísticas de la ONU.

Acnur indicó que unas 400.000 personas han abandonado sus hogares desde principios de año, uniéndose a otros 2,9 millones que siguen desplazados en el interior del país. Actualmente, tienen lugar combates en 32 de las 34 provincias de Afganistán, una situación que ha provocado que este año casi 120.000 afganos hayan huido desde zonas rurales y diversas ciudades hacia la provincia de Kabul.

Los equipos de Acnur están proporcionando alimentos, refugio, paquetes con artículos de higiene y sanitarios y otros tipos de asistencia humanitario a los casi 400.000 civiles desplazados internos en los últimos 15 días. Por ese motivo, hizo un llamamiento a los países vecinos de Afganistán para que mantengan abiertas sus fronteras ante el recrudecimiento de la crisis en suelo afgano.

Por último, reclamó a la comunidad internacional que “garantice que los ciudadanos afganos puedan buscar seguridad, independientemente de su situación legal actual”.