ETA. Los asesinos de Buesa reconocen que ETA siguió preparando atentados durante le tregua del 98

MADRID
SERVIMEDIA

Los etarras Asier Carrera, Luis Mariñelarena y Diego Ugarte López, condenados como autores materiales del asesinato del portavoz del PSE Fernando Buesa, reconocieron hoy en la Audiencia Nacional que la organización terrorista les ordenó seguir preparando atentados en la tregua que tuvo lugar durante el Gobierno de José María Aznar, entre septiembre de 1998 y diciembre de 1999.

Los etarras hicieron esta afirmación durante el juicio que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebró esta mañana contra el exjefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, alias “Txapote”, por ordenar presuntamente el asesinato de Buesa.

Mariñelarena fue el más explicito al señalar ante el tribunal que la dirección de la banda terrorista ordenó a los comandos seguir recabando informaciones sobre posibles objetivos de atentados terroristas, como fue el caso de Buesa, “por si acaso, para el futuro”.

“Txapote” se negó a participar en el juicio y se limitó a señalar al inicio de la vista oral que no reconoce la legitimidad de la Audiencia Nacional para enjuiciarle. “Todo lo que hay que decir ya está dicho”, señaló. “Perfecto, está usted en su derecho”, le contestó la presidenta del tribunal, la magistrada Ángela Murillo. Tampoco hizo uso de su derecho a la última palabra.

“TXAPOTE” ORDENÓ EL ASESINATO

El etarra Mariñelarena, tras un tira y afloja dialéctico con el tribunal y el fiscal encargado del caso, Daniel Campos, acabó reconociendo que “Txapote” era el dentro de la cúpula de la organización terrorista el responsable de su comando, denominado “Ituren”.

“¿Para qué se reunían con “Txapote” en Francia, para hablar del tiempo?”, llegó a preguntarle la magistrada Murillo ante las incongruencias en su declaración. Mariñelarena finalmente reconoció que García Gaztelu era el responsable de su comando y la persona que les ordenó realizar el atentado que acabó con la vida de Buesa y de su escolta, Jorge Díez Elorza.

El testigo también reconoció que el acusado les informaba durante las citas de cómo iba la tregua, aunque aseguró que se enteró del final del alto el fuego “por la prensa”. En su declaración tras ser detenido, Mariñelarena aseguró que García Gaztelu les informó de que la tregua estaba “a punto de romperse” y que debían “pasar a la acción” cuando eso sucediese.

El fiscal Campos solicitó un total de 105 años de cárcel para “Txapote” por ordenar el asesinato de Buesa y de su escolta, que tuvo lugar en Vitoria el 22 de febrero de 2000. El representante del Ministerio Público elevó a definitivas sus conclusiones y atribuyó al acusado dos delitos de asesinato terroristas, dos de lesiones, uno de estragos y un delito adicional de falsificación en documento oficial, todos ellos con la agravante de alevosía.

“La macabra elección de qué familias se iban a vestir de luto le correspondió a Txapote”, dijo el fiscal en el informe final que presentó ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

REPRIMENDA DEL TRIBUNAL

La presidenta del tribunal tuvo que llamar la atención del etarra Asier Carrera, quien al acceder a la sala de vistas para declarar como testigo comenzó a saludar y departir con “Txapote”, a pesar de lo cual aseguró que tan sólo le conoce “de la cárcel”. “Oiga, que no estamos en un restaurante, no hable con el señor de atrás”, le espetó la magistrada Murillo en referencia al acusado.

Este terrorista alegó haber sufrido amenazas y presiones para retractarse de las declaraciones prestadas tras su arresto y en las que reconoció que “Txapote” era el dirigente que les ordenó asesinar al portavoz socialista. Se limitó a señalar que desde la cúpula de la organización terrorista se les ordenó, en plena tregua, recoger y procesar información para preparar un atentado contra Buesa. Al abandonar la sala de vistas, el testigo se despidió de García Gaztelu con un “¡venga, aupa!”.

El etarra Ugarte, por su parte, señaló que durante la tregua decretada en septiembre de 1998 tenían “la obligación de parar cualquier acción ofensiva, pero podíamos seguir informando, para el futuro, por si se rompía la tregua”. Este terrorista dijo no saber quién les daba las órdenes y aseguró que sólo conoce a “Txapote” de verlo “en la televisión”.

FURGONETA-BOMBA

El fiscal Campos sostiene que “Txapote”, como miembro de la cúpula de la banda terrorista, señaló en septiembre de 1998 como “objetivos prioritarios” a los miembros de la directiva del PSE. Más en concreto, el dirigente etarra encargó a Carrera, Mariñelarena y Ugarte –ya condenados por estos hechos- que sometieran a vigilancias a Fernando Buesa. El representante del Ministerio Público defiende que, tras obtener la información necesaria, “Txapote” les ordenó llevar a cabo el atentado contra el portavoz socialista.

Tras tres intentos fallidos, los terroristas lograron asesinar a Buesa el 22 de febrero de 2000. Los etarras aparcaron ese mediodía una furgoneta-bomba en la confluencia de las calles Aguirre Miramón y Nieves Cano de Vitoria, en la zona universitaria de la capital vasca.

Sobre las 16.30 horas, cuando Buesa se dirigía desde su domicilio hasta la sede del PSE en Vitoria, Carrera accionó el mando a distancia y detonó la furgoneta-bomba, asesinando en el acto al portavoz socialista y a su escolta, Jorge Díez Elorza. La explosión hirió a otras dos personas y afectó a numerosos edificios.

En el juicio también comparecieron como testigos varios agentes de la Ertzaintza que se desplazaron al lugar de los hechos tras el atentado. En la sala de vistas se encontraban entre el público la presidenta del Foro de Ermua, Inma Castilla de Cortazar, y Mikel Buesa, hermano del portavoz del PSE asesinado.

A su llegada a la Audiencia Nacional, la presidenta del Foro de Ermua aseguró que el asesinato de Buesa “fue uno de los puntos de inflexión mas importantes en la victoria de ETA frente a la derrota de los demócratas, que estamos viviendo con tanto patetismo estos días con la escenificación lamentable de la conferencia de paz, auspiciada por ETA y financiada por el Gobierno”. “La conferencia es una farsa, es una desinformación a la comunidad internacional, es una gravísima falta de responsabilidad”, dijo.

El fiscal Campos, además de la pena de cárcel, solicitó que se condene al exjefe militar de ETA que indemnice a los herederos de Buesa y de su escolta con 500.000 euros para cada familia.

(SERVIMEDIA)
20 Oct 2011
DCD