Zapatero descartó la necesidad de establecer la vacunación obligatoria para el personal sanitario ya que, “por suerte, Madrid no tiene ese problema” y prácticamente la totalidad de los profesionales están inmunizados.

Pese a lo pequeño de la cifra de profesionales no vacunado en Madrid, el viceconsejero insistió en que “por ética y práctica médica es muy poco recomendable” que haya sanitarios sin inmunizar y remachó que “un sanitario no puede ser nunca un vector de contagio”.

Sobre la puesta en marcha del pasaporte Covid para acceder a determinados espacios o para viajar, Zapatero dijo que se esa medida debería estar regulada en una ley de pandemias y aplicarse únicamente cuando toda la población haya tenido la oportunidad de acceder a una vacuna.

La Comunidad de Madrid sostiene que ese pasaporte Covid podría ser una herramienta útil para gestionar la pandemia, pero insistió en que no es el momento de poner en marcha una medida de este calibre.

En cuanto a la posibilidad de administrar una tercera dosis de la vacuna a los ciudadanos, Zapatero explicó que hay un determinado grupo de personas inmunodeprimidas, trasplantadas o con enfermedades graves que los hacen especialmente vulnerables que debería recibir esa tercera dosis, que por el momento no es partidario de extender a otros grupos.