Durante las últimas 72 horas, un total de 20 niños han muerto y 130 han resultado heridos en la provincia de Kandahar, otros dos han muerto y tres más han quedado heridos en la provincia Khost, y cinco más han fallecido y otros tres han sido heridos en la provincia de Paktia”, explica Unicef en un comunicado.

“No son solo números. Cada una de estas muertes y cada caso de sufrimiento físico es una tragedia personal. Estos niños y niñas son hijas e hijos, hermanas y hermanos, primos y amigos, muy queridos y anhelados. Todos son niños y niñas cuyo derecho a la protección, en virtud del Derecho Internacional Humanitario, ha sido ignorado por las partes en conflicto”.

La organización denuncia que “estas atrocidades también son una evidencia de la naturaleza brutal y la escala de la violencia en Afganistán, que toma como presa a niños y niñas que ya son vulnerables”.

Además de esta “terrible” situación, Unicef se declara “profundamente preocupado por las informaciones que apuntan a que cada vez más niños y niñas están siendo reclutados para el conflicto por parte de los grupos armados. Muchos otros niños y niñas están profundamente traumatizados tras presenciar las atrocidades cometidas contra sus familias y otras personas en el seno de sus comunidades”.

“Los niños y niñas no deberían pagar por este empeoramiento del conflicto con su infancia. Solo un fin completo de las hostilidades puede proteger a los niños y niñas de Afganistán. Mientras el conflicto se propaga rápidamente, el derecho de los niños y niñas a prosperar se ve comprometido; su futuro está en peligro y sus aportaciones al futuro de la nación disminuirán”.

“Todos los niños y niñas, incluidos aquellos con discapacidades, necesitan protección y paz ahora”, concluye Unicef, que hace un llamamiento a todas aquellas personas involucradas en los esfuerzos de mediación para que defiendan ante las partes en conflicto sus obligaciones internacionales con los niños y niñas.