#VacúnaTE
‘Vaccines’ admite una “mala interpretación de los datos” en el estudio que cuestionaba la seguridad de las vacunas
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“Nuevo estudio cuestiona la seguridad de las vacunas COVID e insta a los gobiernos a tomar nota”, indica un contenido viral. El artículo en cuestión indica que “por cada 3 muertes que evite la vacunación, tenemos que aceptar 2 infligidas por esta”.
Sin embargo, ‘Vaccines’, la revista que publicó este estudio, admite que se hizo "una mala interpretación de los datos” que lleva a “conclusiones incorrectas y distorsionadas”. Los autores del artículo asumen incorrectamente que todas las muertes que ocurren después de la vacunación son causadas por la vacuna.
Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la Covid-19 con el apoyo de Google News Initiative.
Entre los autores de este artículo, se encuentra el alemán Harald Walach, un psicólogo defensor de la homeopatía y otras pseudociencias que no tiene formación en virus ni en vacunas y ha alimentado otros bulos relacionados con la Covid-19. De hecho, Walach también es autor de un artículo publicado en ‘JAMA Pediatrics’ que cuestiona la seguridad de las mascarillas en los niños y que también ha sido retractado.
El resto de autores tampoco son expertos en vacunas, virología o epidemiología. Rainer Klement es un físico que estudia las dietas cetogénicas en el tratamiento del cáncer en un hospital de Alemania y Wouter Aukema es científico de datos independiente en Holanda, según recoge el portal de la revista científica ‘Science’.
El estudio al que se hace referencia en el artículo, titulado ‘La seguridad de las vacunas COVID-19: deberíamos repensar la política’, se publicó el 24 de junio en la revista ‘Vaccines’. Varios miembros del comité editorial de la revista anunciaron su dimisión al conocer la publicación del artículo, que ha sido difundido por los movimientos antivacunas y negacionistas de la pandemia.
Es el caso del virólogo austriaco Florian Krammer y la inmunóloga británica Katie Ewer. “He dimitido del comité editorial de Vaccines tras la publicación de este artículo. Es una negligencia grave y no puedo creer que haya pasado la revisión por pares. Espero que se retracte”, dijo Ewer en Twitter el 27 de junio.
La viróloga del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Isabel Solá afirma a Maldita.es que “los sistemas peer review (revisión por pares) de las revistas no son perfectos e incluso revistas de prestigio como ‘Vaccines’ pueden equivocarse al aceptar un trabajo”.
Finalmente, ‘Vaccines’ retractó el estudio el 2 de julio tras constatar que se había realizado una “mala interpretación de los datos, lo que llevó a conclusiones incorrectas y distorsionadas”. Helen Petousis Harris, que dimitió del comité editorial y regresó tras la retractación, indica que “los resultados carecen completamente de sentido porque los datos se interpretaron de manera inapropiada”. “La basura entró, se abusó estadísticamente y lo que salió al final fue una tontería”, explica en un artículo publicado en el portal ‘Sciblogs’.
José Antonio Navarro Alonso, pediatra especializado en inmunología y miembro del comité editorial de la web de la Asociación Española de Vacunología, afirma a Maldita.es que "los revisores no debieron haber dado el visto bueno a la publicación”. El estudio en cuestión "se ha retirado de la publicación en la que apareció" porque “tiene fallos metodológicos y conclusiones no ajustadas a los resultados”. "Por otra parte, se recomienda omitir esa cita al escribir un artículo científico", comenta Navarro.
"ACONTECIMIENTOS" QUE NO SON "REACCIONES"
Los autores realizaron los cálculos con una base de datos de Países Bajos que incluía todos los problemas de salud observados tras la vacunación, independientemente de que tuvieran o no que ver con la inyección.
La propia revista indica en la retractación que “un evento notificado que ocurre después de la vacunación no es necesariamente atribuible a la vacunación”. “Por lo tanto, la notificación de una muerte después de la vacunación no implica que se trate de un evento relacionado con la vacuna”, asegura.
Soá afirma que los efectos adversos de los que habla el artículo, no siempre severos, son sospechosos y no está confirmada la relación causa-efecto con la vacuna. “Proceden de un sistema de notificación en el que las personas directamente, o a través de un médico, informan de que han observado un cierto efecto adverso coincidiendo con la administración de la vacuna. Eso no significa que haya sido causado por la vacuna”, sostiene.
Los autores han llamado “efectos” y “reacciones” a lo que en realidad son “acontecimientos”: “Hasta que se establezca la causalidad, son 'acontecimientos' que pueden o no ser causados por la exposición a una vacuna. No importa qué estadísticas se apliquen, esto es incorrecto y engañoso”. “Hay que tener mucho cuidado y ser muy prudentes con la interpretación de los datos numéricos”, comenta a Maldita.es Sonia Zúñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología.
La viróloga se refiere al hecho de que se establezca una relación causa-efecto no demostrada entre la vacunación y las muertes: “Al igual que en los ensayos clínicos, eso requiere una investigación más profunda más allá de la exclusivamente numérica. Pongo un ejemplo para que se entienda: una semana después de vacunarse, una persona es atropellada y muere... Es obvio que eso no quiere decir que haya muerto a causa de la vacuna, ¿verdad?”.
El contenido dice que las vacunas contra la Covid-19 matan a dos personas por cada tres que salvan. “Las estimaciones de los investigadores sugieren que tenemos que intercambiar 4 efectos secundarios fatales y 16 graves por cada 100.000 vacunas para salvar la vida de 2-11 personas por cada 100.000 vacunas. Esto coloca el riesgo frente al beneficio de la vacuna Covid en el mismo orden de magnitud", indica.
Todos estos datos provienen de un análisis erróneo de los datos. Solá asegura que “las cifras de efectividad y seguridad de las vacunas desmienten esos números”. “En Estados Unidos, el 99,2% de las muertes por Covid-19 se dan en personas no vacunadas, mientras que los efectos adversos severos demostrados son, como mucho, de entre uno y 10 por cada millón de vacunas administradas”.
Antes de llegar al mercado, todas las vacunas tienen que pasar múltiples pruebas que garanticen su seguridad y eficacia. Además, Solá asegura que el cálculo del riesgo-beneficio que hace el artículo está sesgado: “El riesgo de morir por Covid-19 no es una cifra única. Depende de la incidencia de la infección (a mayor incidencia, mayor probabilidad de infectarte y sufrir la enfermedad) y de los factores de riesgo de cada grupo de población (por ejemplo, de la edad)”.
La experta afirma que “en una situación extrema, si no hay prácticamente virus circulando y si eres una persona muy joven, tu riesgo de enfermedad será mínimo y cualquier pequeño riesgo asociado a la vacuna puede exceder al riesgo de enfermedad”. Sin embargo, en las circunstancias actuales, en las que hay una transmisión comunitaria elevada, “el riesgo de enfermedad excede al riesgo de las vacunas”.
Para denunciar bulos relacionados con la desinformación de las vacunas contra la Covid-19, Maldita.es dispone de una canal de WhatsApp a través del número +34 644 229 319 para que cualquier persona pueda comprobar automáticamente casos de desinformación que llegan a través del teléfono u otras vías.
(SERVIMEDIA)
07 Ago 2021
CLC/ecr