Lo hizo después de que trascendieran los datos de las renuncias que se están produciendo por parte de los MIR de primer año con plazas de Medicina Familiar y Comunitaria, un fenómeno que achacaron al proceso de selección elegido por el departamento que dirige Carolina Darias, ya que, “al tratarse de la especialidad con más plazas ofertadas, suele ser la que más tarda en cubrirse y la que más plazas cubre durante los últimos días, con el consiguiente probable desinterés y falta de vocación de quien la elige”.

El colectivo que integra a los médicos de familia también arguyó que estas renuncias se deben a la ausencia de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en la formación de grado, a su “invisibilización” durante la pandemia del coronavirus, al “proceso de precarización dramático” que soporta desde hace años y a la oferta de plazas que muchas administraciones realizan a especialistas sin MIR.

A su vez, alertó de que estas renuncias se producen en provincias con un “alto componente de ruralidad” y con una “significativa tasa de envejecimiento” de profesionales que se encuentran cerca de su jubilación, lo que puede abocar al “cierre de consultorios” y la “reducción de servicios por parte de la Administración”.

A ello se suma, añadió la semFYC, el “riesgo veraz” de sufrir una “sequía profesional” como consecuencia de la marcha de profesionales a ejercer su profesión al extranjero, un fenómeno que las administraciones han subsanado permitiendo el ejercicio en plazas de Medicina Familiar y Comunitaria de graduados sin especialidad o mediante la incorporación de batas blancas procedentes de otros países, “con lo que eso supone de reducción de la calidad asistencial y riesgo para los pacientes”.

Por todo ello, reclamó al Gobierno la publicación de los “datos reales de renuncias” por especialidades y por años de residencia, la creación de un proceso de selección de plazas MIR que contemple mecanismos de incentivación para aquellas plazas estratégicas de difícil cobertura, la puesta en marcha de estrategias de activación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria desde las facultades y mejorar las condiciones laborales de estos profesionales sanitarios.