Esta colaboración intenta minimizar la complicada situación de las familias en riesgo de exclusión, que tienen menores a su cargo y que han visto agravada su situación debido a las consecuencias económicas y sociales de la Covid-19, pues el verano es un momento crítico para ellas debido al cierre de muchas entidades sociales durante el mes de agosto. En este sentido, para paliar esta situación, las tres entidades han activado un plan de urgencia para atender a 580 niños más.

El presidente de Fundación Madrina, Conrado Giménez y el director territorial Madrid Metropolitana de CaixaBank, Rafael Herrador, suscribieron este acuerdo de colaboración en un encuentro con las madres beneficiarias, como inicio de un proyecto que tiene como objetivo “mejorar la calidad de vida de niños vulnerables garantizando el suministro de fórmulas lácteas de inicio en los casos en que la lactancia materna no es factible o insuficiente, proporcionando a los lactantes todos los requerimientos nutricionales necesarios en los primeros meses de vida”.

Durante el acto, Giménez trasladó su más sincero agradecimiento a la Fundación ‘la Caixa’ indicando que, “si bien el número de familias vulnerables ha descendido desde el fin de las medidas de confinamiento, la situación de estas familias es mucho más dramática que en los momentos anteriores a la pandemia”. “La Fundación Madrina mira con gran inquietud al mes de septiembre, ya que acabarán las situaciones de ERTE y todo apunta a que se incrementará el volumen de familias que lo ha perdido todo”, añadió.

En este sentido, Giménez rogó a las empresas “que no vuelquen todos sus esfuerzos hacia la tan necesitada sostenibilidad ambiental, olvidando que el hambre es real, que está en nuestra misma comunidad de vecinos y que, por desgracia, no se va de vacaciones”.

Por su parte, Rafael Herrador manifestó que “tras las duras consecuencias que la pandemia está dejando tras de sí, la Fundación ‘la Caixa’ y CaixaBank concentran sus esfuerzos en apoyar proyectos que cubran las necesidades básicas de las personas en riesgo de exclusión”, afirmando que “las personas más indefensas, en este caso los bebés, son una prioridad absoluta en la atención”.