“Volvía a casa, pedí un Cabify porque entendía que estaban comprometidos con la discapacidad y suelo usar el servicio”, explicó Esquiva. “El conductor llegó al origen, abrí la puerta de atrás, me preguntó si iba a subir con el perro y ya con la puerta abierta a punto de subirme me dijo que el perro era muy grande. Decidí que iba a hacer caso omiso de él porque están obligados a cogernos pero lejos de lo obligatorio echó a andar con el coche rápido, con el perro a mis pies y yo cogido a la puerta”.

Esquiva advirtió sobre lo peligroso de este tipo de actuaciones, ya que tuvo que "tirar del perro rápido para que no se lo llevara por delante”. “Cuando pides un taxi, VTC o lo que sea, y viajas con perro guía, siempre tienes la incertidumbre de que no te cojan con el perro, nos enfrentamos a eso continuamente pero nunca me había pasado esto”, aseveró.

Fuentes de la empresa reconocieron a Servimedia que se trata de un “comportamiento inadecuado y no representativo del servicio” y aseguraron que se han puesto en contacto con el usuario para remitirle sus disculpas e informarle de que han tomado “medidas disciplinarias contra el conductor”.

Asimismo, señalaron que reforzarán “los materiales formativos para continuar concienciando y evitar que vuelva a ocurrir algo parecido”. Según Cabify, informaron de que “actualmente más de 42.000 usuarios con discapacidad visual o cognitiva o déficit de atención tienen activadas las opciones de accesibilidad en la app de la compañía y viajan habitualmente con nosotros” y cuenta con asesores para conocer las necesidades de las personas con discapacidad y ”realizar nuevos desarrollos o avances”.

Pedro Esquiva manifestó que este tipo de situaciones no son nuevas. “Hace unos días estaba en casa de unos amigos, me pidieron un Cabify para ir a casa y me encontré con la sorpresa de que el conductor me pidió que esperara unos instantes antes de entrar en el vehículo porque puso una lona entre la mampara separadora de los asientos y el mío para que el perro fuera encima de la lona argumentando que si no lo hacía los clientes se quejaban de los pelos aunque, finalmente,, hablando con él, me reconoció que acababa de adquirir el vehículo”.

Esquiva lamentó que estos casos se producen en otros transportes, ya que afirmó que “se han dado casos de taxis donde la gente ha tenido estos problemas”.