Al intervenir en las jornadas de verano de Sociedad Civil Catalana, Casado dijo que “al Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, cuando se le preguntó si le sorprendió que poderes como la Conferencia Episcopal, sindicatos o empresarios se posicionaran a favor de la concesión de indultos a los líderes independentistas catalanes condenados por el ‘procés’.

“Creo que los obispos catalanes deberían estar mucho más preocupados por las colas del hambre en sus parroquias, por la educación concertada y la libertad de elección de escuela, también católica en Cataluña, o de la eutanasia también”, enjuició Casado, defendiendo que “las cuestiones políticas las tenemos que hablar los políticos”.

De esta forma, volvió a dejar claro que él no se siente “representado por esas declaraciones de los obispos”, aunque siempre ha dicho claramente que es “católico y practicante”. Sostuvo que la propia doctrina de la Iglesia para el perdón pide “examen de conciencia, arrepentimiento y propósito de enmienda” y “nada de eso ha pasado” con los condenados por el ‘procés’.

Por tanto, opinó que “la Iglesia se tiene que ocupar de los desfavorecidos”, que son “los constitucionalistas que están sufriendo la violencia y la exclusión de una minoría radical independentista que cree que Cataluña es suya”. “Y no, no es suya, es de todos los catalanes y también del resto de españoles”, remarcó.

Con respecto a los empresarios, recordó que él ha estado yendo mucho a Cataluña en los últimos meses y ha habado continuamente con empresas, autónomos y trabajadores sobre la “ruina terrible para Cataluña” que ha causado el ‘procés’. “Creo que aquellos empresarios que para mantener la cuenta de resultados de su empresa se fueron de Cataluña por culpa del independentismo no pueden ahora avalar que Pedro Sánchez mantenga su cuenta de resultados electoral con los independentistas”, indicó.

Avisó de que el cumplimiento de la ley también “cotiza en bolsa” y subrayó que hace falta seguridad jurídica en Cataluña. Aseguró que el PP sí tiene un plan para esta comunidad de reforzamiento del Estado y cumplimiento de la ley, donde contempla que los referéndums ilegales sean delito o también “tipificar la rebelión impropia porque como está reflejada en el Código Penal requiere de violencia, pero los golpes de Estado del siglo XXI generalmente no son violentos”.

También defendió que en su plan se contempla acabar “ya” con el adoctrinamiento educativo con más inspección y sanciones ejemplarizantes para quienes “estén promoviendo el odio entre los alumnos por causas políticas”. Habló, además, de modificar la ley general audiovisual para que la televisión o radio públicas puedan hacer propaganda “a costa del contribuyente”.

En su batería de propuestas en materia de reforma institucional, el presidente de los populares también estimó que es una necesidad modificar la ley de indultos para prohibirlos en “ataques al orden público y constitucional por delitos de rebelión o sedición”.

En lo económico, defendió una bajada masiva de impuestos, un cambio en el modelo de financiación autonómica o la mejora de las infraestructuras de esta comunidad autónoma. Igualmente, dijo que “queremos impulsar la Cataluña cosmopolita, moderna y abierta al mundo”.

TRIBUNAL DE CUENTAS

En cambio, se quejó de que en este momento, con Sánchez en La Moncloa y el independentismo al frente de la Generalitat, “se está llegando ya a un nivel de impunidad gravísimo”. Se refirió al “fondo de reptiles” dotado con 10 millones de euros que propone la Generalitat “con el dinero del contribuyente” para avalar las fianzas impuestas por el Tribunal de Cuentas.

“Pretenden que el contribuyente pague la corrupción, la malversación y la prevaricación de los delincuentes que fueron condenados por el Tribunal Supremo a penas de prisión por dar un golpe al Estado y romper la convivencia, la concordia y la ley en Cataluña”, recriminó Casado, para quien esto es “la malversación de la malversación”.

Para el líder de la oposición, “lo grave” es que “el Gobierno ya haya insinuado que no va a recurrirlo, es decir, que el Gobierno de Sánchez no lo quiere recurrir”. Según su análisis, los independentistas tienen al jefe del Ejecutivo “completamente agarrado de la sopla y hará lo que ellos le pidan”.

“Sánchez quiere estar en el poder a costa de todo y de todos y nosotros recurriremos estas medidas tan injustas a los tribunales ordinarios”, aseveró el presidente de los populares, incidiendo en que “la Justicia en España, a pesar de lo que quiere Sánchez, sigue funcionando”.

Casado defendió que la importancia del PP en Cataluña “ha excedido los límites de la autonomía porque hemos sido muy influyentes en la política nacional y en Europa” y se mostró “muy optimista con el desarrollo del PP en cuanto el constitucionalismo se sienta identificado en único proyecto” que es “centrista, constitucionalista, europeísta y transversal”.

Esto le llevó a decir, para concluir, que en el PP “cabe la gente de Ciudadanos, la gente que ha votado a Vox”, los que se decantaron por el PSC y no están de acuerdo con los indultos y los que en su día respaldaron a CiU pero que no son independentistas. “Espero que el proyecto de unión de los votantes constitucionalistas se haga por la base”, remachó.