Sánchez esperó a Ayuso en lo alto de escalera para, tras indicarle que se tenía que colocar a su izquierda, posar juntos para los medios gráficos. Al bajarse la presidenta del vehículo oficial, Sánchez se retiró la mascarilla y estiró el puño para que chocaran, saludo propio de estos tiempos de pandemia.

En la entrevist, está previsto que Ayuso pida al jefe del Ejecutivo que “los madrileños no paguen la fiesta independentista”, en referencia al conflicto político con Cataluña, así como una reivindicación de “la autonomía fiscal” de la Comunidad de Madrid, según fuentes del entorno de la presidenta popular.
También reclamará aquellas “inversiones paralizadas” en Cercanías y solicitará una prueba EBAU “única para que los alumnos madrileños no se vean perjudicados”, así como la corrección de los “aspectos” de la denominada ‘ley Celaá’, la de Educación, que considera que son “lesivos” para Madrid.
Asimismo, Ayuso expondrá el plan de natalidad que anunció en su discurso de investidura y analizará con Sánchez las líneas estatales que permitan hacer dicho plan de natalidad “más ambicioso”.
Esta es la primera vez que la presidenta de Madrid acude a una reunión en La Moncloa con Sánchez por cuanto la otra reunión bilateral que mantuvieron se celebró en septiembre pasado pero en la sede del Gobierno autonómico. Entonces se entendió como un acercamiento de Sánchez pese a los continuos ataques de Ayuso durante la pandemia. Ahora el contexto está marcado por los indultos a los políticos catalanes que estaban en prisión condenados por el ‘procès’.