El informe revela que España se encuentra por encima de la media entre todos los países analizados en el porcentaje de gasto doméstico que los consumidores esperan realizar online de manera permanente, un 33,2% frente al 29% de media. Entre los mercados analizados figuran, por ejemplo, Reino Unido, Francia y Alemania.

El informe ve probable que el resultado se deba a que “los consumidores españoles han adquirido determinados productos por primera vez de forma online”. En concreto, el porcentaje de españoles que adquirieron productos online por primera vez ascendió al 22,4% en artículos domésticos (decoración, cocina, muebles, etc), al 19,5% en moda y al 13,9% en productos de alimentación.

No obstante, las tiendas físicas siguen teniendo mucha relevancia, pues un 56,3% de los españoles entiende que seguirá acudiendo a estos establecimientos con la misma frecuencia que antes de la pandemia. Sin embargo, el balance de españoles que cambiarán la frecuencia con la que visitan estos lugares es de 14,4%, menor que el 44,1% del Reino Unido o el 29,8% de Italia. Estos datos son preocupantes para las empresas que tengan una gran presencia física, pero en España apunta a ser menor.

CAÍDAS DE BENEFICIOS

Debido al proceso de transición por el que están pasando muchas empresas para tratar de incrementar su cuota de mercado online, se ha producido una rebaja del Ebitda medio en las empresas europeas, aunque las diferencias son significativas entre países. En Reino Unido ha pasado del 9,2% de 2011 al 5,5% actual, mientras que en España ha bajado del 8,6% al 7,5%.

La previsión del informe es que la proporción del consumo online en España se incremente del 10,4% en 2020 al 14,9% en 2025, con un crecimiento medio del 9,8% anual. Debido a ello, se rebajarán los márgenes de beneficio de las empresas de venta al por menor, aunque estos márgenes son habitualmente más bajos en tiendas que operan exclusivamente online. El Ebitda medio de estas empresas es del 1,4% frente al 5,4% de la industria total.

El comercio online podrá ver afectados sus beneficios en función del volumen de devoluciones, pues, según el estudio, “a medida que disminuyen las visitas a las tiendas físicas, las devoluciones pueden requerir canales logísticos cada vez más complejos, con el objetivo de satisfacer las expectativas de los clientes con servicios rápidos y eficientes”.

Este elemento en España es menos preocupante, ya que tan solo el 8% de los consumidores declara haber devuelto productos adquiridos online, un porcentaje menor que en otros países.