Así lo trasladaron fuentes populares a Servimedia al hilo de la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Palacio de la Moncloa, tras lo cual el jefe del Ejecutivo catalán aseguró que irá a la mesa de diálogo “con toda la ambición para defender un referéndum sobre la independencia” y también la amnistía.

Desde Génova se quejaron, como vienen haciendo todos estos días, de que el presidente de la Generalitat, que es el representante ordinario del Estado en Cataluña, dice que quiere hablar de referéndum y de autodeterminación. “Y la respuesta de Sánchez es lanzar una ofensiva contra el Tribunal de Cuentas para erosionar su prestigio y que los independentistas condenados no tengan que pagar”, censuraron.

Según la visión del partido que lidera Pablo Casado, el jefe del Ejecutivo “se rinde al independentismo por dos años más en La Moncloa”. “En vez de llamar al orden a Aragonés, pleitesía y cesiones para quienes siguen amenazando con romper las reglas de juego”, ahondaron en su crítica los populares.

Para el PP, el problema es que aunque Sánchez niegue que vaya a hablar de referéndum o autodeterminación, “su palabra ya no vale nada”, ya que “lo mismo dijo de los indultos, en teoría una línea roja para el Gobierno” o también a la hora de trazar “acuerdos con EH Bildu”.

En este contexto, desde el PP subrayaron que seguirán defendiendo el interés general y no aceptarán “presiones”. “Nos debemos a los españoles”, reafirmaron, y anticiparon que mañana, durante la comparecencia de Sánchez en el Congreso, Casado pronunciará “un discurso contundente, de Estado”, ante un presidente “que tendría que convocar a las urnas ya”.