Según informa el Obispado de Bilbao, la final de este certamen educativo, uno de los más importantes del mundo, tendrá lugar el miércoles 30 de junio y en él se expondrá el trabajo de los adolescentes vascos.

El grupo ha desarrollado un brazalete electrónico cuya función es detectar el movimiento para ayudar a orientarse a los jugadores de goalball (único deporte creado expresamente para personas con problemas de discapacidad visual).

A la final mundial del ‘Global Innovation Award’ han llegado veinte equipos de todo el mundo, de los que tan solo dos son europeos, uno de ellos el de la ikastola Begoñazpi, que ha desarrollado este dispositivo con tecnología de programación ‘Phyton y Arduino’.

Ésta funciona mediante una cámara en la parte superior de la cancha que ayuda a los jugadores a situarse en el campo y no salirse fuera de los límites mediante vibraciones que les avisan. Antes de comenzar el proyecto, los estudiantes se pusieron en contacto con jugadores de goalball de la ONCE en Euskadi, que les prestaron asesoramiento.