“Sinceramente no sé cómo va a ir porque hay expertos que dicen que va a suponer un ahorro y otros que va a ser una ruina. Lo que sí pienso es que a nosotros, como fabricante de equipo y como mantenedores de esos equipos, lo que nos toca es hablar con nuestros clientes y ver si podemos darles algún tipo de solución”, explicó en una entrevista con Servimedia.

Entre las opciones apuntó “algo tan sencillo como intentar acumular energía o poner los equipos a trabajar en horas en las que sea más barato y limitar más el consumo en horas en las que sea más caro”. “Sí hay soluciones donde tú metes control que pueden hacerte que palies un poco el problema: trabajar mucho el aislamiento o trabajar en la sombra, trabajar en los controles”, ilustró, indicando a título de ejemplo calentar o refrigerar los edificios antes de que lleguen los empleados y en horas económicas, al ser más costoso el arranque que mantener la temperatura.

Al ser cuestionada sobre las restantes iniciativas del Gobierno para hacer más sostenibles las viviendas con su rehabilitación, la directiva declaró su firme convicción de que “cualquier medida que vaya a mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo es crítica”, abogando porque se mire su efecto a medio y largo plazo en el edificio más allá que en el coste y la inversión inicial.

“Nosotros estamos muy involucrados en todo lo que tiene que ver con el ahorro energético, es decir, hacer equipos de aire acondicionados que consuman cada vez menos”, expuso. Y a título de ejemplo señaló las bombas de calor, “que en invierno te da calor y en verano te da frío”, con las que economizas porque te da mucha más energía de la que consume. “Consume una cantidad y te da, de calor o de frío, tres. Puede llegar a dar, incluso, 5 o 6 veces más, dependiendo de la tecnología”, señaló.

La directora de Servicio y Postventa de Carrier HVAC para Portugal, España, Italia y Francia reconoció que la pandemia ha espoleado la demanda en lo que llaman ‘healthy buildings’ o edificios sanos, que es buscar soluciones para mejorar la calidad del aire.

Al respecto desveló que tras el confinamiento “muchos clientes demandaron, por ejemplo, un cambio de filtro mucho más continuo” y más allá de lo que exige la regulación o “gente que puso los sensores de C02 que no los tenía”. A pesar del pico del Covid, la ejecutiva está convencida de que esta preocupación “está y ha llegado para quedarse porque los usuarios son cada vez más conscientes de lo importante que es para la salud” e, incluso, como consumidores, “lo vamos a valorar más” cuando visitemos un centro comercial o cualquier edificio.