Según explicó la mutua este lunes, la mejora de la cuenta fue posible gracias a “la disminución de la siniestralidad de autos, el buen resultado de la política de selección de riesgos y la mejora en los ratios de eficiencia”.

En concreto, los gastos asociados a la siniestralidad se redujeron un 4,25% en el periodo, hasta los 54,64 millones. Su facturación descendió a su vez un 5,9% y se situó en 82,4 millones de euros.

La cartera total de pólizas supero los 1,1 millones y la compañía mantuvo un “excelente” nivel de solvencia, situándose 2,9 veces por encima de la cuantía de solvencia exigida, con un capital disponible de 386,2 millones.

Por ramos, la facturación de autos y que es la más importante para Pelayo, se situó en 66 millones de euros, con un descenso del 7,2% interanual, siendo su cartera en este ramo de 805.169 pólizas. Por su parte, el ratio de siniestralidad se situó en el 63,6%, casi idéntico al del mismo periodo del ejercicio anterior.

La facturación de patrimoniales experimentó a su vez un incremento del 1% con relación al primer trimestre de 2020 y la cartera de pólizas de hogar ascendió a 304.443.

Agropelayo, sociedad de negocio agrario de la que Pelayo es socio al 50% con Agromutua, se mantuvo a su vez como uno de los líderes del sector agrario, y logró 300.000 euros de beneficios durante el primer trimestre del año.

Según Pelayo, sus resultados conjuntos reflejan el efecto del descenso de la siniestralidad de automóviles, fruto de la pandemia, así como por el buen comportamiento de la política de selección hacia mejores riesgos y el ajuste de los gastos.