Infancia

La pandemia puede dejar hasta 46 millones de niños más víctimas de trabajo infantil en 2022

- Para evitarlo, la OIT Y Unicef piden a los países ricos que la recuperación poscovid “sea universal”

MADRID
SERVIMEDIA

El director de la Organización Internacional del Trabajo en España (OIT), Joaquín Nieto, advirtió este viernes que las consecuencias sociales y económicas de la pandemia de la Covid-19 pueden suponer un aumento del trabajo infantil de hasta 46 millones de niños para finales de 2022, durante un acto organizado con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que se conmemora mañana sábado promovido por la OIT, Unicef y el Grupo Infancia y Cooperación de la Coordinadora de ONGD y la Plataforma de Infancia.

Segú Nieto, “llegamos a 2020 con un aumento de casi 9 millones de niños víctimas del trabajo infantil” en cuatro años, que rompe la tendencia reductora iniciada con el nuevo siglo. “Entre 2000 y 2016, el trabajo infantil cayó un tercio a nivel global, con disminuciones de hasta el 50% en regiones como América Latina”, declaró Nieto.

Estos últimos cuatro años se ha invertido la tendencia, con un aumento de casi nueve millones de niños, prosiguió, y “una previsión, en el mejor de los casos, de 9 millones más para finales de 2021”.

No obstante, Nieto destacó que estos datos no tienen en cuenta todos los efectos de la pandemia de la Covid-19, que podría dejar un incremento de hasta 46 millones de niños trabajadores más”.

En su opinión, “pasar de 9 a 46 millones depende de las medidas que se adopten para salir de la crisis” y de garantizar que “la recuperación sea universal”, algo que “no está en absoluto asegurado”.

Señaló que la “recuperación del empleo y de la economía llegarán a Estados Unidos, a Europa y también a España”, que “incluso pueden salir reforzados de esta crisis”. Sin embargo, “muchos países pueden quedarse fuera”.

Por el contrario, estimó que América Latina y el Caribe --región que entre 2016 y 2020 logró una reducción del 22% en el trabajo infantil-- “terminarán este año con más de 300.000 niños víctimas de esta situación”. El 60% de las personas en esta región dependen de la economía informal, prosiguió, y con el cierre económico han perdido toda posibilidad de sustento.

ACCIONES

Para el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez, un factor clave en la lucha contra el trabajo infantil es “la escolarización”, que “actúa como elemento disuasorio para que las familias no envíen a sus hijos a trabajar”. “El problema es que hay muchas regiones donde los centros educativos siguen cerrados, sentenció. “En España hemos sido privilegiados en este sentido”, agregó.

Si a ello se le suma la pérdida de empleos y la ausencia de prestaciones sociales (paro, ayudas, etc.) en muchos países, “se entiende que haya 108 millones más de personas en pobreza severa” a causa de la Covid-19. “Si una familia se encuentra con los colegios cerrados, sin ningún ingreso y sin ayudas, qué esperamos que haga con sus hijos”, se preguntó.

De ahí sus peticiones para impulsar la apertura de escuelas y la extensión de políticas sociales como el ingreso mínimo o la prestación por cuidado de hijos. También reclamó a la comunidad Internacional “el alivio de la deuda de los países más pobres” y apoyo financiero y médico, para que “no recorten en políticas sociales y educativas” y tampoco en sus sistemas de salud.

Todas estas recomendaciones figuran en el informe de la OIT y Unicef publicado ayer, que cifra en 160 millones de niños las víctimas del trabajo infantil en 2020. “Suponen un 9,6% de la población infantil total”, mismo porcentaje que en 2016.

El aumento se debe al crecimiento demográfico, “pero rompe con las esperanzas de eliminación total para 2025” recogidas en el ODS 8.7”. Para Nieto, “esta era una meta exigente pero viable cuando se adoptó y en la actualidad vemos pocas posibilidades de alcanzarla”.

Con todo, la evolución ha sido muy desigual, en función de las distintas regiones geográficas. África se ha llevado la peor parte, al pasar del 19,5 al 21,5% del total de la población infantil. Este crecimiento se concentró sobre todo en África subsahariana (16 millones más). También los países árabes presentaron un mal comportamiento, subiendo del 3% de su población infantil en dicha situación al 6%.

“El rayo de esperanza lo encontramos en América Latina y el Caribe”, apuntó Nieto, con un descenso del 22%. El trabajo infantil allí pasó del 6,5 al 5%, lo que se traduce en 2,5 millones de niños menos trabajando. “Estos avances se verán ensombrecidos por la pandemia de la Covid-19”, por lo que Nieto y Suárez urgieron a “garantizar una recuperación justa y global”.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 2021
AGQ/gja