Durante una rueda de prensa previa a las cumbres del G7 y la OTAN, Macron añadió que preservará los compromisos actuales de Francia con la ‘Operación Takuba’ y en la misión de Entrenamiento de la UE en Mali (EUTM-Mali).

Francia lleva algo más de 8 años comprometida en el Sahel tras la saludable decidida por el presidente François Hollande en Mali, “que permitió salvar a Bamako y frenar la desestabilización del país”, señaló el presidente francés.

Pero si fue tajante Macron cuando subrayó que “las operaciones exteriores de Francia no pueden reemplazar el retorno del Estado y los servicios estatales, la estabilidad política y la elección de Estados soberanos”, en alusión a los dos golpes de Estado vividos en Mali en apenas nueve meses, y que han llevado al Elíseo a cambiar su estrategia.

Por estos motivos, declaró, “iniciaremos una profunda transformación de nuestra presencia militar en el Sahel, cuyas modalidades y calendario se concretarán en las próximas semanas”. El primer paso es el fin de la ‘Operación Barkhane’ y la implementación de una operación militar y una alianza internacional que involucre a los Estados de la región “y todos nuestros socios” estrictamente enfocada a la lucha contra el terrorismo.

Macron reiteró el apoyo de Francia a la Misión EUTM-Mali de la Unión Europea, en la que participa España, para el adiestramiento del Ejército maliense, pero expresó su intención de crear una alianza antiterrorista, en la que los ejércitos franceses “obviamente serán la columna vertebral”, complementados por las fuerzas especiales de los ejércitos de la región socia que deseen y puedan, “y por las fuerzas especiales de nuestros socios europeos”.