La investigación documenta cómo “este enfoque –consolidado hace más de cinco años con el acuerdo entre la UE y Turquía– deja a las personas que huyen de sus hogares y sobreviven a desgarradores viajes en busca de asilo a merced de la contención indefinida, el limbo jurídico y la violencia sistemática en Grecia”.

"Durante más de cinco años, la política de la UE de contener a las personas y tramitar sus solicitudes de asilo en los ‘outspots’ de las islas griegas ha creado una crisis sin precedentes y un enorme sufrimiento humano”, denunció Reem Mussa, asesora humanitaria de MSF en materia de migración y una de las autoras del informe.

"El modelo de los Centros de Recepción e Identificación de la UE está diseñado no solo para retener a la gente mientras tramitan sus solicitudes, sino también para disuadir a los siguientes de intentar el viaje a Europa”. “Sus consecuencias no son imprevistas”, advirtió MSF.

Por eso, pidió a la Comisión Europea, a los Estados miembros de la UE y a Grecia que detengan la creación de nuevos ‘outspots’ y que “pongan fin a la nociva política de contención”.

Según MSF, “precisamente Moria se está utilizando de modelo para la construcción de nuevos Centros Polivalentes de Acogida e Identificación en lugares remotos de las islas griegas”.

Uno de estos centros restrictivos ya se está construyendo en Samos y podría entrar en funcionamiento este mismo mes de junio, agregó.

Y todo ello, pese a “las repetidas denuncias de las dañinas consecuencias de las políticas migratorias europeas y de la promesa de ‘No más Morias’ que hizo la UE tras el incendio del campo en Lesbos”, criticó la ONG.

A su juicio, estos nuevos centros “agravarán aún más la crisis de protección y salud mental en las islas”, pues estos daños son resultado directo del sistema.