“Esa rápida activación de la economía española no es casualidad”, reparó durante la clausura del Foro Económico Internacional organizado por ‘Expansión’, atribuyéndola “a la flexibilidad y a la fortaleza de nuestro país” junto a las medidas desplegadas por el Gobierno para dar respuesta a la pandemia desde la óptica económica y social para proteger a empresas, familias y trabajadores.

Como indicadores “especialmente importantes” en el país y que revelan el cambio, señaló los del mercado laboral que, “a partir de mediados de marzo, ya fueron mostrando ese signo positivo, demostrando una vez más la capacidad de recuperación que tiene España”.

Según recordó, las cifras de paro y afiliaciones a la Seguridad Social de mayo mostraron que “aproximadamente un 80% del empleo que se destruyó durante la primera ola de la pandemia se ha recuperado”, y el ritmo de salida de los trabajadores cubiertos por Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTE) “se duplicó” con respecto al mes de abril.

“Y esa tiene que ser la prioridad absoluta para todos nosotros: que se aceleren la reincorporación de los trabajadores todavía cubiertos por ERTE, que recuperen plenamente su situación o su capacidad de salir adelante”, junto a los trabajadores autónomos, aún cubiertos con la prestación extraordinaria, agregó.

Se trata, dijo, de que se aumente la capacidad de generación de empleo y se “consolide” la recuperación para que se cumplan las previsiones de “todos” los organismos nacionales e internacionales “que sitúan a España como uno de los motores del crecimiento económico y uno de los países avanzados que más crecerán tanto en 2021 como en 2022”.

Calviño refirió que el punto de inflexión “más importante” para esta mejora lo ha marcado el descubrimiento y despliegue masivo del proceso de vacunación, que ha permitido superar ya en España los 12 millones de personas completamente vacunadas y otros 30 millones con la primera dosis, ya que “salud y economía van de la mano”.

Gracias a las medidas de ayuda a la economía desplegadas como los ERTE, prestaciones para autónomos o avales del ICO, explicó que se ha conseguido además “romper la dinámica habitual característica de las crisis en España” que “creaba una especie de ciclo destructivo” entre actividad económica, mercado laboral y déficit fiscal.

Con dichas herramientas apuntó que se ha podido producir un “desacoplamiento” entre la caída del PIB y la evolución del mercado de trabajo y el déficit fiscal, que “nos permite tener hoy una buena base para la recuperación”.

A su juicio, la clave ahora es “garantizar” que la recuperación permite dar paso “a una senda de crecimiento más inclusivo, más sostenible desde el punto de vista económico, financiero, social y medioambiental”, que ayude a recuperar en el 2022 el nivel de PIB prepandemia y restablecer para el 2023 el ritmo o la senda de crecimiento previa al Covid. “Es decir, que nuestro objetivo es que la salida de esta crisis sea mucho más rápida que lo que fue, por ejemplo, en la salida de la crisis financiera de 2008”, que se prolongó durante más de diez años y que, “en muchos ámbitos, las carencias que se generaron por esa crisis financiera no estaban totalmente curadas, totalmente repuestas” aún a fecha actual.

Entre ellas citó desequilibrios relacionados con el elevado paro juvenil, los desequilibrios fiscales, la precariedad, la desigualdad y la pobreza infantil. “Ahora lo que tenemos que aspirar es no solo a salir rápidamente de la situación de crisis, sino a hacerlo de manera diferente: impulsando al mismo tiempo una transformación profunda” del tejido económico y social que “permita aumentar la productividad, crear empleo de calidad desde el primer momento y elevar nuestro crecimiento potencial a medio plazo por encima del 2%”.

Para ello recordó que el Gobierno ha diseñado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado a Bruselas y que confía que la Comisión Europea y el Consejo europeo aprueben “en las próximas semanas”.

Recordó que incluye inversiones, proyectos y reformas, citando a modo de ejemplo la laboral. “Tenemos que europeizar nuestro mercado laboral y eliminar esa anomalía que caracteriza al mercado laboral español desde hace décadas”, remarcó, en alusión a la alta tasa de desempleo estructural, “el inaceptable nivel de paro juvenil”, la precariedad o una tasa de temporalidad “que superan 10 puntos la media europea”.

Calviño argumentó que se trata de “construir un país mejor” para los jóvenes con la puesta en marcha de “un crecimiento que sea más sostenible, más verde, con ciudades más habitables, con mayor calidad de vida”, que modernice al país y lleve la digitalización “a todos los rincones”, además de mejorar la educación y ser responsable para no dejar una deuda inasumible para las futuras generaciones.