Los 29 deportistas proceden de 11 países y fueron elegidos por el Comité Ejecutivo del COI de un grupo inicial de 55 que recibieron la Beca para Atletas Refugiados del Comité Olímpico Internacional.

"Los deportistas refugiados son un enriquecimiento para todos nosotros en la comunidad olímpica", comentó el presidente del COI, Thomas Bach, en una ceremonia telemática desde Lausana (Suiza), antes de añadir: "Las razones por las que creamos este equipo todavía existen. En este momento, tenemos más personas desplazadas a la fuerza en el mundo y, por ello, no hacía falta ni decir que queríamos crear un Equipo Olímpico de Refugiados del COI".

"Los deportistas no sólo se representan a sí mismos, no sólo representan al COI, sino también a los refugiados de todo el mundo", añadió la encargada de misión del Equipo Olímpico de Refugiados del COI, Tegla Loroupe, que apuntó: "Llevemos solidaridad, ya que somos personas solidarias. Nuestro lenguaje universal es el deporte, así que vamos y llevemos alegría".

Durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el próximo 23 de julio, el equipo entrará con la bandera olímpica en el Estadio Nacional de Japón y en segunda posición, inmediatamente después de Grecia.

El equipo se alojará en la Villa Olímpica, como los representantes de los 206 Comités Olímpicos Nacionales participantes, y recibirá apoyo del COI durante los Juegos.

Para todas las representaciones oficiales del equipo (incluyendo las posibles ceremonias de medalla), se izará la bandera olímpica y se escuchará el himno Olímpico.

La presidenta de Tokio 2020, Hashimoto Seiko, indicó que el Comité Organizador de los Juegos da la bienvenida a la participación del Equipo Olímpico de Refugiados del COI en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tras su debut en los de Río 2016.

"La participación del Equipo Olímpico de Refugiados del COI en los Juegos de Tokio 2020, que serán un festival deportivo y una celebración de la paz, pondrá la atención de todo el mundo en el problema de los refugiados y en seguir avanzando en los esfuerzos para lograr la paz mundial a través de la eliminación de las guerras y de los conflictos que obligan a las personas a huir de su patria", añadió.

Siria es el país de origen de nueve deportistas refugiados (los judocas Ahmad Alikaj, Muna Dahouk y Sanda Aldass; el ciclista Ahmad Baddredin Wais, el nadador Alaa Maso, el badmintonista Aram Mahmoud, el karateca Wael Sheub, el boxeador Wessam Salamana y la nadadora Yusra Mardini) y de Irán proceden otros cinco (las taekwondistas Dina Pouryounes Langeroudi y Kimia Alizadeh Zenozi, el karateca Hamoon Derafshipour, el judoca Javad Majoub y el piragüista Saeid Fazloula).

De Sudán del Sur son originarios cuatro deportistas (los atletas Anjelina Nadai Lohalith, James Nyang Chiengjiek, Paulo Amotun Lokoro y Rose Nathike Lokonyen), tres nacieron en Afganistán (el taekwondista Abdullah Sediqi, la ciclista Masomah Ali Zada y la judoca Nigara Shaheen) y dos provienen de Eritrea (el atleta Tachlowini Gabriyesos y la tiradora Luna Solomon).

El resto de deportistas proceden de Camerún (el haltera Cyrille Fagat Tchatchet II), Congo (el atleta Dorian Keletela), Irak (el luchador grecorromano Al Obaidi), la República Democrática del Congo (el judoca Popole Misenga), Sudán (el atleta Jamal Abdelmaji Eisa Mohammed) y Venezuela (el boxeador Eldric Sella Rodríguez).

ACNUR

Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) celebró el anuncio del COI sobre la participación de un Equipo Olímpico de Refugiados en los Juegos de Tokio 2020 porque este verano enviarán "un poderoso mensaje de solidaridad y esperanza al mundo" al concienciar sobre "la difícil situación de más de 80 millones de personas desplazadas forzosas en todo el mundo".

"Estoy encantado de felicitar a cada uno de los deportistas nominados para formar parte del Equipo Olímpico de Refugiados de Tokio 2020", dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, que también es vicepresidente de la Fundación Olímpica para los Refugiados.

Grandi añadió al respecto: "Son un grupo excepcional de personas que inspiran al mundo. Acnur está increíblemente orgulloso de apoyarlos con motivo de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio. Sobrevivir a la guerra, a la persecución y a la angustia del exilio ya los convierte en personas extraordinarias, pero el hecho de que ahora también destaquen como deportistas en la escena deportiva mundial me llena de inmenso orgullo".

"Su participación demuestra lo que es posible cuando se da a los refugiados la oportunidad de aprovechar al máximo su potencial. Estos deportistas encarnan las esperanzas y aspiraciones de los más de 80 millones de personas en todo el mundo que han sido desarraigadas por la guerra y la persecución. Nos recuerdan que todo el mundo merece la oportunidad de triunfar en la vida", concluyó.