Tribunales
La Audiencia Nacional juzga esta semana a Farid Mohamed Al Lal, el yihadista que asegura que le detuvo José Coronado
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Las Audiencia Nacional juzgará a partir del miércoles a Farid Mohamed Al Lal por el delito de adoctrinamiento pasivo terrorista a través de redes. El acusado es un conocido delincuente común en el barrio ceutí de El Principe. Condenado en 2001 por delitos relacionados con el tráfico de drogas, ingresó en prisión donde se radicalizó y comenzó con la captación de otros presos para la causa yihadista. En 2015 fue detenido y durante el juicio afirmó que había sido detenido por el actor José Coronado, que hacía el papel de un policía curtido en la serie ‘El Principe’.
Al Lal fue detenido en febrero de 2019, tan sólo un mes después de salir de prisión por una condena anterior. Con un perfil muy radicalizado y violento y con un fácil acceso a la obtención de armas, se le arrestó por adoctrinamiento terrorista y enaltecimiento del Daesh en redes sociales.
Su proceso de radicalización se produjo en prisión entre los años 20023 y 2004. A partir de ese momento, se convirtió en adoctrinador de otros presos, especialmente de los más desfavorecidos económicamente a los que ayudaba en prisión a cambio de que se dejaran barba y aprendieran el Corán.
Con contínuas entradas y salidas de prisión, en una de sus estancias en su barrio de Ceuta tiroteó a dos policías. En 2015 fue detenido junto a otras cinco personas en la ‘operación Chacal’, que desarticuló el grupo que habría estado planeando la comisión de atentados. Sin embargo, no se encontraron evidencias suficientes y salieron absueltos.
Precisamente fue en ese juicio en el que Al Lal aseguró que fue detenido en su domicilio por José Coronado, uno de los actores de la serie ‘El Príncipe’, que supuestamente le habría dado un puñetazo. También hizo referencia a otros actores de la serie como la protagonista femenina Hiba Abouk.
En una posterior detención en 2016 por disparar a un vecino al que consideraba chivato de la policía, se le intervinieron videos con las acciones violentas de grupos yihadistas y cánticos que usaba para adoctrinar a través de redes sociales. Con el tiempo su posición se hizo aún más severa: criticaba a homosexuales y a las mujeres que, a su juicio, no eran suficientemente recatadas. Tras su última detención, la policía encontró en su vivienda abundante propaganda yihadista, una veintena de bolas de hachís y 1.500 euros en efectivo.
(SERVIMEDIA)
06 Jun 2021
SGR/gja