Murillo ha comparecido ante Garzón después de que fuese extraditado ayer por las autoridades francesas. El magistrado de la Audiencia Nacional le acusa de nueve delitos de asesinato terrorista –ocho en grado de tentativa y uno consumado- y uno de pertenencia a banda armada.

Según el auto de Garzón hecho público hoy, Murillo se encargó en enero de 1982 de transportar y ocultar en un piso de Pamplona a los etarras Juan José Legarburu, José María Zaldua y Mercedes Galdos, miembros del “comando Nafarroa” de ETA, quienes habían cruzado la frontera entre Francia y España unos días antes. En el piso, los cuatro etarras prepararon “durante semanas” la acción contra una tanqueta de la Policía Nacional.

En la madrugada del 17 de abril de 1982, Legarburu, Zaldua y Galdos salieron del piso de Murillo y, tras robar un coche y atar a un árbol a sus ocupantes, se dirigieron a la Avenida de Irache de Pamplona, donde los esperaban los también etarras Odón Ulibarrena y Mikel Mezquiriz . Los cinco terroristas se dirigieron entonces hasta el Punto Viejo de la Magdalena, donde tenían el armamento escondido.

Sobre las 3.00 horas de la madrugada, al paso de una tanqueta de la Policía Nacional en el que viajaban nueve agentes, Zaldúa disparó con un lanzagranadas contra el vehículo policial. En el ataque murió el agente Vicente Garcera y fue herido de gravedad otro de los policías, al que se tuvo que amputar la pierna.

Murillo huyó de España en marzo de 1986 tras la caída del “comando Nafarroa”. El 20 de septiembre de 1990 fue detenido en el aeropuerto de México portando documentación falsa, y fue condenado a nueve meses de prisión por falsificación de documentos. Finalmente, el etarra fue detenido el 2 de octubre de 2008 en la localidad francesa de Bidarrai.