Según explicó la consultora este jueves, pese a la incertidumbre provocada por la pandemia de Covid-19, el sector cerró el ejercicio con rentabilidades positivas y una revaloración de los activos gracias a un escenario de actuación más favorable durante el segundo semestre “marcado por la moderación de las tensiones financieras, el incremento de la tasa de ahorro y el anuncio de la campaña de vacunación”.

Sin embargo, este crecimiento del patrimonio gestionado por la banca privada es casi 10 puntos porcentuales menor al que se dio en 2020, cuando cerró con una variación interanual del 11,7%.

Estimaron que alrededor de 490.000 clientes recibían servicios de banca privada de los que el 42% contaban con patrimonios situados entre los 600.000 y los 2 millones de euros.

Al contrario de lo ocurrido en años anteriores, en 2020 las entidades de banca universal perdieron peso específico en la cifra de patrimonio gestionado en banca privada.

Así, a finales de año concentraban el 73,3% del total, cerca de un punto porcentual menos que en 2019 mientras que la participación de las entidades especializadas se elevó al 26,7%, reflejando la creciente cuota de negocio reunida por los operadores de reciente incorporación.

Con respecto a lo que puede suceder durante este año, según Informa, está previsto que durante el ejercicio de 2021 el patrimonio gestionado por banca privada “acelere su ritmo de crecimiento” y estimó una variación de alrededor del 5%.

Por otro lado, los servicios de banca personal atendieron en 2020 a alrededor de 7,2 millones de clientes, de los cuales el 68% contaba con patrimonios inferiores a los 120.000 euros, El patrimonio bajo gestión en este mercado cerró el último ejercicio con 621.000 millones de euros.