Según informó la ONG, los ataques también dañaron la referida clínica, dejando una sala de esterilización inutilizable y una sala de espera dañada, si bien ninguno de sus operarios resultó herido.

Un trabajador de MSF, que estaba presente en el momento de los ataques, describió la escena como de “absoluto terror”, con mujeres y niñas en la calle gritando y llorando.

En ese sentido, el coordinador médico adjunto de Médicos Sin Fronteras en Gaza, Mohammed Abu Mughaiseeb, subrayó que “todo lo que ha pasado esta semana es terrible”, ya que “es muy duro ver cómo el número de víctimas civiles sigue en aumento día tras días”.

Tras reconocer que el estado de la clínica le dejó “sin palabras”, explicó que “el edificio está ahora cerrado, no sólo por los daños en su estructura, sino también porque la carretera de acceso ha sido destruida y porque la zona aún no es segura”.

MSF también alerto de que algunos suministros médicos se están agotando y advirtió de que los heridos que presentan lesiones con riesgo de muerte se encuentran con “enormes dificultades” para acceder a los servicios médicos de urgencia, como consecuencia de los destrozos que los ataques aéreos han causados a muchas de las carreteras que conducen a los hospitales, a lo que se suma el temor del personal sanitario por su seguridad durante sus desplazamientos al trabajo.

La ONG recogió el balance del Ministerio de Salud de Gaza, según el cual el número de víctimas mortales en la Franja desde el inicio de la ofensiva israelí ascendía a 200 personas, incluidos 59 niños. Por otro lado, diez personas en Israel, entre ellos dos menores, han fallecido por cohetes y misiles lanzados desde Gaza por parte de grupos armados palestinos.

Ante esta situación, el coordinador de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados, Ely Sok, aseveró que “los horrendos ataques contra civiles e infraestructuras civiles que estamos presenciando en Gaza son injustificables e intolerables”.

Un equipo de MSF está trabajando en turnos de 24 horas para apoyar al personal médico en la sala de emergencias y los quirófanos del hospital al Awda, en el área de Jabalia, y está tratando una media de 40 a 45 pacientes con heridas profundas y quemaduras graves todos los días.

Médicos Sin Fronteras también ha donado suministros médicos a varias instalaciones médicas en Gaza durante el transcurso de la semana pasada. Sin embargo, la inseguridad en toda la Franja hace que sus programas regulares de atención posoperatoria y de cuidados a pacientes que han sufrido quemaduras no estén operativos en este momento.

Por ello, Ely Sok exigió a Israel que detenga los ataques en Gaza, ya que “hemos visto una y otra vez que están matando a civiles, sin importar cuán objetivo sean”, y “en un lugar tan densamente poblado no es posible limitar los efectos del bombardeo”.

Por último, conminó a organizar “con urgencia” el “acceso seguro” a la Franja tanto para el personal humanitario como para los suministros de primera necesidad y material médico.