La entidad aboga por diferenciar "educación" de "enseñanza", recuperando la potestad de los padres a la hora de formar la personalidad individual del niño y dejando la instrucción a los profesores.

"No podemos obviar por más tiempo que la tarea educativa empieza en cada uno de nuestros hogares”, afirma la fundación en un comunicado. "Los padres deben ser los primeros educadores y crear una comunidad en el seno familiar. Si el núcleo familiar está enfermo, mal modelo educativo estaremos sembrando en los primeros años de infancia de nuestros hijos".

En este sentido, la entidad apuesta por "liberar a los docentes de la carga excesiva que hemos puesto sobre sus hombros, ya que no se puede enseñar a quien no está mínimamente educado previamente en ciertas normas".

Además, identifica como otra de las causas del fracaso del sistema la homogeneización de los contenidos y de las oportunidades, defendiendo la diversificación de la escuela. "Todos merecemos oportunidades, pero no obligatoriamente las mismas, sino las que nos permitieran desarrollar nuestras diferentes capacidades: escuelas de arte, de ciencias, de deporte, de oficios, etc.", indica.

La fundación trabaja en la actualidad en un modelo alternativo de educación preescolar basado en experiencias de éxito del norte de Europa e inspirado en la propia experiencia de Félix Rodríguez de la Fuente en sus primeros años de vida.