Según informó la Policía, a los arrestados les han sido intervenidos 5,6 kilogramos de cocaína que iban a ser distribuidos en zonas de ocio de la isla ibicenca.

La banda desarticulada, que contaba con ramificaciones en Madrid y Barcelona, había ocultado la droga, envasada al vacío, en el interior de los depósitos de combustible de vehículos.

La investigación se inició hace más de un año y se ha desarrollado en distintas fases. Las primeras detenciones se produjeron a finales de 2008, cuando otras cinco personas fueron arrestadas cuando intentaban introducir en la isla más de dos kilos de cocaína que también habían camuflado de forma insólita.

En esa ocasión la cocaína iba en los dobles fondos que se habían realizado a las zapatillas de deporte que calzaban. Las gestiones policiales continuaron al comprobarse que los cabecillas seguían actuando.

Los responsables de esta organización se desplazaban a Barcelona para negociar la adquisición de la sustancia estupefaciente. Una vez formalizada la operación, regresaban a Ibiza, donde otro miembro del grupo se encargaba de buscar a un "correo".

En cada envío de estupefaciente utilizaban a una persona distinta y, además, empleaban de forma aleatoria los puertos de Barcelona y Denia para así dificultar el control policial.