El objetivo principal es adiestrar a una agrupación táctica de asalto aéreo en el marco de una operación de respuesta inmediata. La actividad dio comienzo el pasado 8 de mayo y finalizará el próximo 16. Sin embargo, el complejo planeamiento de las fases del ejercicio arrancó hace semanas para no dejar cabos sueltos, como si de una operación real se tratase.

El ejercicio lo lidera el Regimiento de Infantería Nápoles 4 de Paracaidistas que contribuye con unos 320 efectivos. La Famet aportan otros 150 militares y 19 helicópteros. En concreto, dos helicópteros Chinook, dos NH90 y seis Cougar para el transporte del personal, cuatro helicópteros Tigre que actúan como escoltas y para proteger a la fuerza, y además otros cinco helicópteros EC-135.

Como en todo ejercicio de envergadura existe un escenario ficticio que sirve de base para las operaciones. En este caso, un país miembro de la OTAN es invadido por Bothnia -Estado ficticio que no pertenece a la Alianza-, lo que lleva a la declaración del artículo 5 de defensa colectiva. España aporta una división a una fuerza internacional creada para expulsar a las fuerzas invasoras.

Dentro de esta división, se organiza una agrupación de asalto aéreo, que lleva a cabo una rápida intervención nocturna con helicópteros, antes de la llegada de las fuerzas convencionales, para tomar una población clave y evitar que las fuerzas enemigas, en plena retirada tras la intervención aliada, concentren sus medios en la capital del país de la OTAN invadido, lo que retrasaría la derrota del invasor.

Infodefensa.com ha tenido la oportunidad de asistir a uno de los ensayos programados. La base de Almagro, sede del Batallón de Helicópteros de Ataque (Bhelma 1), actúa como centro de operaciones. En sus instalaciones, se encuentran los diferentes puestos de mando de las unidades que participan en el ejercicio, mientras que en la plataforma los helicópteros aguardan instrucciones. El desarrollo de los escenarios contemplados tiene lugar en los cercanos campos de maniobras de Los Alijares (Toledo) y Chinchilla (Albacete).

INTEGRAR CAPACIDADES

Además del adiestramiento, el ejercicio busca integrar las capacidades y procedimientos de las unidades de la San Marcial participantes del ejercicio, especialmente en las funciones tácticas maniobra, inteligencia y logística, y a la vez incrementar la interoperabilidad, procesos y procedimientos entre dichas unidades.

Hasta el cuartel manchego se trasladaron para seguir de cerca el trascurso de las operaciones el jefe de la División San Marcial, general de división Juan Carlos González Díez, y los generales de brigada Javier Marcos y Luis Sáez Rocandio, jefes de las Famet y la Bripac, respectivamente.

González Díez destacó a los periodistas presentes que estas maniobras suponen un importante esfuerzo para unidades que también tienen compromisos internacionales. Por ejemplo, las Famet apoyan a la coalición internacional en el transporte de personal y material en Irak, y ultiman una nueva misión en Mali, en el marco de la operación de entrenamiento de las Fuerzas Armadas del país liderada por la Unión Europea.

Junto con la Bripac y las Famet, participan en el ejercicio en menor medida efectivos de Mando de operaciones Especiales (MOE), Mando de Tropas de Montaña (MTM) y el Regimiento de Operaciones de Información (ROI) nº 1. Estas cinco unidades se encuentran agrupadas desde el 1 de enero bajo el mando único de la División San Marcial.

La División San Marcial suma un intenso calendario de actividades estos primeros meses de 2021 con el objetivo de integrar cuanto antes las capacidades de sus unidades. A finales de enero, tuvo lugar el ejercicio Intercap en esta misma base de Almagro, en el que también estuvo Infodefensa.com, y unos dos meses después las montañas de los Pirineos acogieron el ejercicio Infierno Blanco. En este último, la división alcanzó la capacidad operativa inicial. El siguiente paso es la llamada capacidad operativa plena prevista para junio de este año. El Martial Resolve contribuirá a llegar a este meta.