Según informó la ONG, al menos 500 casas han sido destruidas completamente y mil de manera parcial como consecuencia de los ataques israelíes en la Franja de Gaza, lo que ha provocado el desplazamiento de unas 5.000 personas, el 44% de ellas menores, para buscar refugio.

Además de edificios gubernamentales, los ataques aéreos israelíes, continuó Alianza por la Solidaridad, han destruido siete escuelas y una clínica, lo que supone “una violación muy grave del derecho internacional humanitario”.

Este colectivo señaló que el ataque en Gaza ha puesto al sistema de salud en Gaza bajo “una inmensa presión”, un hecho que se ve agravado por la pandemia del coronavirus y por los efectos de 15 años continuados de bloqueo por mar y aire, a lo que se suman las complicaciones a la hora de tratar a las personas enfermas y heridas como consecuencia de los cortes de electricidad y el bombardeo de generadores.

Por su parte, Alianza por la Solidaridad condenó la ocupación israelí y reclamó a la UE y a los países firmantes de la Convención de Ginebra de la ONU que presionen a Israel para que “cumpla con la legislación internacional y el Derecho Internacional Humanitario de proteger a los civiles que viven bajo su ocupación”.

Tras recordar que desde 2008 se han producido cuatro operaciones militares israelíes sobre Gaza y que los enfrentamientos entre Hamas e Israel únicamente se han traducido en la muerte de civiles, urgió a auspiciar “una solución de paz duradera y la restauración de los derechos de la población palestina”.

La organización explicó que la escalada de la violencia que se vive actualmente se ha producido después de que más de 700 palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en Cisjordania y en la propia Gaza.

Las tensiones se recrudecieron, dijo Alianza por la Solidaridad, luego de los “desalojos ilegales” de ocho familias de refugiados palestinos residentes en el barrio Sheikh Jarrah de Jerusalén Este, promovidos por colones israelíes.

Por ello, mostró su preocupación por la “constante violación de los derechos de los y las palestinas en todo el Territorio Palestino Ocupado”, como lo pone de manifiesto el informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) emitido en 2020, según el cual al menos 218 hogares palestinos en Jerusalén Este tenían órdenes de desalojo presentadas en su contra.