Las ventas bajaron un 7,3%, hasta los 1.571,6 millones de euros, afectadas por la devaluación del real brasileño (26%) y del peso argentino (36%), mientras que el Ebitda ajustado se coloca en 7,1 millones. La deuda financiera neta crece 68 millones respecto al cierre de 2020 y se sitúa en 1.344 millones.

En relación con los resultados, el presidente Ejecutivo de DIA, Stephan DuCharme, ha afirmado que “la mejora en el margen bruto y en el Ebitda ajustado son muestra del continuo impacto positivo de las mejoras operativas y comerciales llevadas a cabo, y que están centradas en desarrollar vínculos a largo plazo con todos los grupos de interés, especialmente con nuestros clientes".

Según DuCharme, la extraordinaria demanda que han registrado los distribuidores de alimentación durante todos los meses de confinamiento en 2020 va a tener un impacto en los resultados comparativos en términos interanuales durante 2021, “por lo que nos mantenemos prudentes ante el entorno que está por llegar”.

“Gracias al histórico acuerdo alcanzado con los acreedores sindicados, los bonistas y nuestro accionista de referencia, DIA se encuentra en posición de reducir sustancialmente su apalancamiento y de acelerar su plan de transformación del negocio, mejorando en última instancia nuestra posición como proveedor moderno y de proximidad en el sector de la alimentación para crear valor futuro en beneficio de todos los grupos de interés”, añadió.