“Para 12 millones de niñas de entre 15 a 19 años en países de ingresos bajos y medios, este Día de la Madre es un día difícil: han tenido un bebé siendo menores de edad, en la mayoría de los casos se han visto obligadas a abandonar la escuela y se han convertido en adultas antes de tiempo. Este año, además, la pandemia, ha abierto la puerta a 7 millones de embarazos más no deseados en todo el mundo, según cifras de Naciones Unidas”, dice la ONG.

Plan International, organización que trabaja en defensa de los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, recuerda que, a pesar de los avances en materia de derechos sexuales y reproductivos, el 11% de los nacimientos en el mundo todavía son de madres adolescentes de entre 15 y 19 años. Además, es importante poner de manifiesto que las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte en el mundo entre las chicas de esa misma edad.

En este sentido, la organización alerta de que la crisis socioeconómica derivada de la pandemia, los confinamientos, los cierres de las escuelas, el desvío de los recursos sanitarios y la restricción de movimiento, entre otras cuestiones, están provocando un aumento de embarazos adolescentes no deseados en todo el mundo.

La pobreza, el matrimonio infantil, la falta de oportunidades para conseguir un empleo y para continuar con los estudios son las principales causas asociadas a esta situación. Las niñas que apenas han recibido una educación tienen cinco veces más probabilidades de ser madres que las que tienen niveles educativos más altos. Por otro lado, en el 90% de los casos los embarazos adolescentes en los países de rentas bajas se producen en el marco de un matrimonio infantil.

“Desde Plan International solicitamos a los gobiernos que incluyan a las niñas y adolescentes en sus planes de respuesta a la Covid-19 y se reconozca las necesidades específicas de este grupo especialmente vulnerable ante las emergencias”, señala Elspeth Chapman, responsable de programas internacionales.