A su juicio, “el empleo inclusivo sigue siendo una asignatura pendiente”. Por ello, desde Plena inclusión se ha lanzado en redes sociales la campaña ‘Acelera la inclusión’, que pretende mostrar los beneficios que genera contratar a una persona con discapacidad intelectual.

Se ilustra con dos ejemplos positivos de empresas que han optado por incluir en su plantilla a personas con discapacidad intelectual: Mario y Patricia. Apoyados por Fundación Personas --de Plena inclusión Castilla y León--, ambos trabajan en Telepizza y, gracias a su empleo, han encontrado la manera de ser más autónomos.

Otro video de la campaña narra la experiencia de Vlad, un joven respaldado por Down Toledo de Plena inclusión Castilla-La Mancha, que ha demostrado a los responsables de la empresa donde cada mañana acude a trabajar que es una persona competente, responsable y que, de modo espontáneo, genera un buen ambiente a su alrededor.

De acuerdo con estimaciones recientes, el 65% de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo (síndrome de Down, autismo o parálisis cerebral) se hallan en situación de desempleo. Este dato ha empeorado aún más durante la pandemia. Según las cifras facilitadas por el SEPE, el número de contratos a personas con discapacidad se redujo cerca de un 30% en 2020.

Esta realidad todavía es más dura en el caso de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, que ocupan las tasas más bajas de actividad y empleo si se las comparan con las que presentan el resto de las discapacidades. Por todo ello, Plena inclusión reclamó medidas para acelerar la incorporación laboral del colectivo.