En total, a la región ya han llegado 20.900 dosis y su inoculación se ha iniciado en Majadahonda, a cuyo Centro de Salud Cerro del Aire llegaron alrededor de las 7.30 horas de la mañana y desde donde se han distribuido a otros 40 centros.

En declaraciones a Servimedia, la directora asistencial médico de la Dirección Asistencial Noroeste de la Comunidad de Madrid, Soledad Holgado, subrayó que el objetivo es culminar lo antes posible y de forma progresiva la protección de este colectivo, dado que esta nueva vacuna precisa de una única dosis.

La especialista estimó que, por ese motivo, la incorporación de esta vacuna permitirá “acelerar” un proceso de inmunización que está “muy avanzado” por lo que respecta a este grupo de pacientes que, por su falta de movilidad, no podrían ser vacunados en su centro de salud de referencia.

Con respecto al operativo logístico necesario para trabajar con este tipo de vacunas, se trata, a su juicio, de un “proceso complejo por las características de conservación y de custodia que tienen”.

“A primera hora, diariamente nos llegan a cada una de las siete direcciones asistenciales de la Comunidad de Madrid el total de vacunas que se van a administrar y que va ajustado ya al número de pacientes citados, porque no podemos perder dosis”, abundó, al tiempo que añadió que, una vez recibidas las dosis, se comprueba si la cantidad de viales se corresponde con los solicitados, se etiquetan las cajas con el nombre del centro de salud al que van destinados y la ruta que deben seguir para ser distribuidos y que lleguen a su destino “cuanto antes” para ser utilizados.

Holgado reconoció que la vacuna que tiene “más difícil manejo” es la de Pfizer, que, una vez descongelada, debe ser “consumida” antes de que transcurran cinco días mientras que, por lo que respecta a AstraZeneca y Janssen, con el vial cerrado la primera puede conservarse correctamente durante un periodo de hasta seis meses y, la segunda, hasta tres meses a una temperatura de entre dos y ocho grados centígrados.

ATENCIÓN PRIMARIA, CLAVE

Tras recordar los tiempos más duros de la pandemia que han tenido que afrontar los sanitarios, confesó que el de la inmunización era un “momento esperado” por profesionales y pacientes y puntualizó que los primeros días de vacunación de los mayores de 80 años “fueron muy emocionantes”, dado que se trata de personas “que habían visto muy limitada su vida social y veían así la puerta de salida a todo esto”.

Con respecto al procedimiento de inoculación, Holgado aseguró que la técnica a emplear con las dosis de Janssen es “similar a la de cualquier otra vacuna”, si bien consideró “importante” la formación inicial que recibieron estas enfermeras en cuanto a las “características especiales” y las técnicas de registro de este tipo de dosis “para tener bien controlada a la población”.

Una de esas enfermeras es Vanessa Bonivento Martínez, profesional de atención primaria en la dirección asistencial noroeste de la Comunidad de Madrid, quien explicó que la de Janssen es una vacuna intramuscular que se inyecta en el deltoides y que cada vial multidosis viene refrigerado y contiene cinco dosis de 0,5 mililitros que se “intentan” inyectar en un periodo no superior a dos horas desde que se abre el vial. La enfermera admitió la “muchísima esperanza” que supone para profesionales y pacientes el hecho de que la vacunación vaya “avanzando” y lo consideró “una prioridad”.

PRIMEROS VACUNADOS

Una de las primeras personas con gran dependencia vacunadas con Janssen en la Comunidad de Madrid ha sido Pilar Serrano, de 69 años, quien confesó que le “dolió un poco al entrar el líquido” y agradeció “muchísimo” la “deferencia” que ha tenido la administración regional para con pacientes como ella, que podrán ser inmunizados en su propio hogar.

Serrano admitió que ahora su principal objetivo es poder abrazar a sus hijas y nietas, momento que espera “con mucha ilusión”, y llamó a toda la población a inmunizarse.

Entre los madrileños que este viernes han recibido la dosis de Janssen también está su marido, Balbino Martínez, que tiene 70 años y una discapacidad del 75%. Después de haber pasado la Covid-19 en agosto, al igual que su esposa, con el “miedo” de ser diabético e hipertenso, admitió que este ha sido un “día muy bueno” por la “tranquilidad” que la inmunización supone para él.

Martínez, médico jubilado, también agradeció la posibilidad de ser vacunado en su propia casa y quiso lanzar un mensaje a las personas “reticentes” a inmunizarse, a quienes instó a hacer “más caso” a los expertos y no ser “tan atrevidos de dar lecciones sobre una cosa que a lo mejor desconocen totalmente”.

Entre las personas vacunadas este viernes también está Dolores Garrido, madrileña nonagenaria que no recibió la dosis en su momento porque cuando las enfermeras visitaron su casa ella se encontraba fuera, por lo que admitió que tenía “ganas” de que llegara esta jornada. Garrido, que tiene dos nietas y un nieto a los que también está “deseando” abrazar, coincidió en el agradecimiento a la administración por haber podido recibir la vacuna en su propia casa y animó a vacunarse a toda la población.