Así lo refleja el estudio ‘¿Qué nos jugamos? Análisis del juego off y online a partir de las experiencias y las autorrepresentaciones de las personas jóvenes dentro de contextos socioeconómicos, culturales y relacionales’, coordinado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (Fad) y financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, que incluye un análisis “en profundidad” de este fenómeno en Madrid y Vitoria, tal y como puso expuso este jueves en rueda de prensa la directora técnica de Fad, Eulalia Alemany.
Durante su intervención, Alemany insistió en el crecimiento “exponencial” que ha tenido el juego ‘online’ en los últimos años entre los más jóvenes y urgió a “estar atentos” al fenómeno al tiempo que precisó que la investigación se ha centrado en tratar de entender “cómo viven los jóvenes el juego y el consumo asociado a éste” así como la ludopatía como “uno de los problemas más importantes” que puede llevar aparejado, todo ello a través de entrevistas en profundidad y la observación en locales de juego y plataformas ‘online’.
Tras puntualizar que los resultados de esta investigación coinciden en buena medida con los arrojados por el ‘Informe sobre Adicciones comportamentales: juego con dinero, uso de videojuegos y uso compulsivo de Internet en las encuestas de drogas y otras adicciones en España Edades y Estudes’, aseveró que este tipo de adicción sin sustancia entre los jóvenes suponen un “problema social emergente”.
PRIMEROS CONTACTOS
Alemany subrayó que los locales físicos “posibilitan los primeros contactos” de los jóvenes con el juego, en el que suelen iniciarse como un “acto social que genera una fantasía de éxito y al final se convierte en una necesidad individual” y comienza en una edad “donde el grupo de pares juega un papel fundamental”. Este se convierte, junto a la pareja, en “eje fundamental” para generar el hábito, si bien el entorno familiar puede, a su juicio, representar también un “espacio de naturalización y legitimación del juego”.

Con respecto a la brecha de género existente en el caso del juego presencial, durante el periodo de observación los investigadores detectaron una presencia casi residual de mujeres, dado que se trata de espacios “muy masculinizados” y cuando acceden a ellos son “meras observadoras”, por lo que suelen preferir el juego ‘online’ para evitar su “estigmatización”, mientras que los menores tampoco entran en este tipo de locales, pero juegan en sus inmediaciones.
La experta señaló que prácticamente todas las webs de juego ‘online’ permiten el juego simulado con dinero ficticio no real sin necesidad de registrarse ni aportar ningún dato y advirtió de que esta modalidad resulta “fundamental” en la “socialización en los patrones de juego y la conformación del hábito”.
Junto a ello, consideró “muy efectiva” la publicidad del juego ‘online’ protagonizada por personajes de “referencia” para los jóvenes para “asegurar su fidelidad”.

En el caso de las plataformas webs analizadas, Alemany destacó su diseño ligado al “éxito, la emoción, la alegría y la victoria” y que atraen a los jóvenes “copiando” patrones de diseño de webs con las que están “muy familiarizados”, como Netflix, en las que pueden jugar a diferentes juegos y que no suelen difundir mensajes preventivos.
MADRID Y VITORIA
Por lo que respecta al estudio del fenómeno en Madrid, la investigación destaca la presencia de 364 locales dedicados específicamente al juego y estos se encuentran ubicados, principalmente, en Tetuán, Latina, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas y Ciudad Lineal, que presentan una renta per cápita inferior a la media y un número de casas de apuestas superior a la media.
Estos locales suelen ubicarse en grandes avenidas y ejes comerciales y en distritos con rentas reducidas y niveles de formación más bajos, además de mayor densidad de población migrante extranjera y casi todos estos locales se encuentran ubicados a menos de 500 metros de centros donde se imparte Educación Secundaria o primaria, por lo que su distribución “no es aleatoria”, según la experta.
En el caso de Vitoria, hay 28 locales dedicados exclusivamente al juego y el barrio de Coronación, que está por debajo de la media de renta de la ciudad, tiene un número de casas de apuestas “muy superior al resto”, según Alemany, que también hizo hincapié en la presencia de estos locales en determinados barrios del centro urbano e incidió en la relevancia que está teniendo contra la expansión de este fenómeno la acción vecinal organizada que ha permitido “dar pasos de gigante", aunque, a su entender, "queda mucho camino por recorrer” para frenar este fenómeno.
Preguntada por el efecto de la pandemia en torno al juego, admitió que aún no se dispone de “datos todavía exactos”, pero dijo “intuir” que ha “aumentado” el juego ‘online’. “Ha habido muchos momentos de soledad, muchos momentos de interacción solamente con las máquinas y pocos espacios para socializar”, abundó, consciente de que ese contexto puede haber derivado en un “aumento de la interacción con las plataformas”.
A la luz de estos resultados, que Fad no considera “alarmantes, pero sí preocupantes”, la directora general de la Fad, Beatriz Martín Padura, se refirió a la “presión social” que existe en torno al juego presencial que no existe en el caso del juego ‘online’, si bien añadió que “epidemiológicamente” será necesario esperar a las conclusiones del informe Estudes de este año aunque los diferentes barómetros de la fundación apuntan a la existencia de un porcentaje “superior” de jóvenes que está jugando durante la pandemia.
Finalmente, el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, reconoció que algunas comunidades autónomas y ciudades han sido “muy activas” a la hora de regular y atajar este fenómeno “precozmente”, si bien lamentó que otras hayan “favorecido” la extensión de locales de apuestas “sobre todo en algunos barrios” y hayan sido “negligentes” en este sentido.

Tras espetar que “no será fácil” revertir la actual expansión de las casas de apuestas presenciales, se mostró convencido de que el Gobierno central está “intentando avanzar con regulaciones que pueden ayudarnos a controlar algunos de los aspectos más preocupantes del juego”.