Medio ambiente

La naturaleza aporta 141.000 millones de euros en beneficios anuales, el doble del PIB mundial

- Según un estudio difundido por el Día Internacional de la Madre Tierra

MADRID
SERVIMEDIA

Los ecosistemas de la Tierra aportan beneficios económicos de más de 141.000 millones de euros al año, lo que equivale al doble del valor del PIB mundial.

Así se recoge en un estudio realizado por Nature and Biodiversity Conservation Union (NABU) -el socio de BirdLife en Alemania- y Boston Consulting Group (BCG), que demuestra que la actividad económica y la conservación de la biodiversidad no tienen por qué ser contradictorias.

El estudio, dado a conocer este jueves coincidiendo con el Día Internacional de la Madre Tierra, refleja la importancia de conservar la biodiversidad y que la actividad económica debe estar conectada con ella, pues cada especie animal y vegetal que se pierde corre aumenta el riesgo de desestabilizar los ecosistemas del planeta y, con ellos, las bases de la actividad económica y los medios de vida de las generaciones futuras.

En los últimos años, la pérdida de biodiversidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones y en una de las variables de la crisis ecológica mundial.

“Necesitamos un nuevo rumbo en la aplicación de políticas y reglas financieras para poder construir un nuevo concepto de desarrollo y salir de la crisis ambiental y económica en la que nos encontramos, y ese rumbo solo pasa por contar con la naturaleza como parte imprescindible y mejor aliada”, afirmó Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.

La biodiversidad, entendida como la diversidad de ecosistemas, especies y genes, está en el centro del bienestar humano. Sus servicios permiten que la economía prospere y garantizan el sustento de miles de millones de personas.

Sin embargo, el ritmo de disminución de la biodiversidad aumenta, ya que alrededor de un millón de especies se enfrentan a la extinción, según el Informe de Evaluación Global sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas de la Ipbes (Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Servicio de Biodiversidad y Ecosistemas) para la pérdida de biodiversidad).

El estudio indica que los ecosistemas prestan valiosos servicios a los seres humanos, sobre todo en forma de suelo fértil, regulación del clima y recursos genéticos para uso medicinal, así como culturales para nuestro esparcimiento.

PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD

El informe apunta que las causas fundamentales de la pérdida de biodiversidad surgen de las actividades económicas. Impulsadas por la evolución de los patrones de consumo, producción y comercio, las actividades ejercen una enorme presión sobre la biodiversidad, de manera que la agricultura, la silvicultura, la minería, la producción industrial y la expansión de las infraestructuras causan actualmente casi el 60% de la presión global.

Por ejemplo, la expansión de las infraestructuras, aunque es crucial para desarrollo económico y social, puede fragmentar los hábitats y afectar a la supervivencia de las especies si los proyectos no prevén una reubicación o restauración adecuadas.

La biodiversidad y el cambio climático están fuertemente interrelacionados. Muchos ecosistemas, como los bosques, las praderas y las turberas, almacenan carbono a gran escala y pueden contribuir sustancialmente a la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, la degradación de los ecosistemas provoca la liberación de carbono a la atmósfera y, a su vez, el cambio climático provoca un mayor declive de la biodiversidad.

La pérdida de biodiversidad no puede abordarse con las mismas herramientas que el cambio climático, pues no existe un método único de medición ni una solución universal. La biodiversidad es más bien local y no permite soluciones únicas, pues hay una considerable variación en los ecosistemas, sus composiciones de especies y sus procesos.

CLAVES

El informe propone seis claves para desarrollar un enfoque sistémico de la biodiversidad, así como para establecer y cumplir los objetivos de biodiversidad, entre ellas que se necesitan modelos integradores de uso del suelo, al menos en la misma medida que las medidas de protección y restauración.

Otras son que la regulación y los incentivos económicos establezcan el marco y creen unas condiciones equitativas para todas las partes interesadas; que las empresas asuman compromisos voluntarios y midan y divulguen de forma transparente su impacto en la biodiversidad, y que la innovación y la colaboración son necesarias para desarrollar soluciones respetuosas con la biodiversidad.

Campañas de información y educación para el público con el fin de promover una comprensión del estado y las necesidades de la biodiversidad, y capacitar a las partes interesadas locales, como los usuarios de la tierra, para que actúen en la preservación de la biodiversidad, completan las claves.

(SERVIMEDIA)
22 Abr 2021
MGR/gja