Dolor infantil

Tres de cada cuatro adolescentes con dolor crónico lo padecerá de adulto si no se trata

MADRID
SERVIMEDIA

Tres de cada cuatro adolescentes con dolor crónico lo seguirá padeciendo a la edad adulta si no se trata, según lo destacaron los expertos durante la V Jornada Nacional sobre Dolor Infantil celebrada de forma virtual y en la que se puso de manifiesto que el 20% de los pacientes pediátricos tienen dolor entre 6 y 12 meses después de haberse sometido a una intervención quirúrgica.

La jornada estuvo coordinada por el doctor Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona) y coordinador de la Red Española de Investigación en Dolor Infantil (REDIN), y el doctor Francisco Reinoso-Barbero, jefe de servicio de Anestesiología-Reanimación Infantil del Hospital Universitario La Paz (Madrid) con la colaboración de la Fundación Grünenthal.

Durante su intervención, el director del Centro interdisciplinar de dolor complejo pediátrico ‘Familia Edwards’ del Montreal Children’s Hospital de Canadá, el doctor Pablo Ingelmo, aseguró que "el dolor crónico postquirúrgico es la complicación más frecuente en muchas especialidades quirúrgicas de niños y adolescentes”. Del mismo modo, señaló que su prevalencia entre 6 y 12 meses después de la cirugía es “entre el 10 y el 20% entre los pacientes pediátricos”, y en aproximadamente la mitad de los casos este dolor afecta negativamente a la salud de los pacientes.

A la hora de combatir este problema en los menores, el especialista subrayó que el paso más importante ha sido el reciente reconocimiento del dolor crónico postquirúrgico como una entidad clínica.

REGISTRO INTERNACIONAL

“Fue incluido recientemente en 2019 como parte de la Clasificación Internacional de Enfermedades como resultado de una colaboración entre la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, explicó. De este reconocimiento se ha derivado una mejora en la prevención, al poderse detectar los pacientes de riesgo y establecer programas de diagnóstico temprano para prevenir la invalidez asociada al dolor. “Asimismo, gracias a ello, se han generado nuevos modelos de investigación básica, traslacional y clínica para dar soluciones a los pacientes”.

En el caso concreto del dolor infantil postquirúrgico, el doctor Ingelmo habló de que el primer paso debe ser reconocer que es un problema muy frecuente y serio. “La incidencia de dolor crónico pediátrico en España y en el mundo desarrollado varía entre el 20 y el 35% en niños y adolescentes”.

Además, añadió que “las consecuencias a largo plazo de sufrir dolor crónico en la infancia y la adolescencia incluyen discapacidad funcional, calidad de vida, aislamiento social, deterioro académico definido por ausencias frecuentes a la escuela y disminución del éxito académico, deterioro del rendimiento deportivo, y resultados psicológicos adversos, como depresión significativa, ansiedad y alteraciones del sueño”, ha detallado el especialista, quien ha incidido en la idea del alto coste que tienen para la sociedad las futuras discapacidades que se generen de estas situaciones.

Se estima que "entre la mitad y tres cuartos de los adolescentes con dolor crónico se convertirán en adultos con dolor crónico si no se tratan”, destacó el especialista, quien insistió en la importancia de formar pediatras y médicos de familia para que reconozcan, prevengan y traten los casos más simples de dolor infantil, reservando la derivación para casos más complejos.

(SERVIMEDIA)
21 Abr 2021
ABG/gja