Según informó este martes la compañía en un comunicado, la previsión contempla extender esta posibilidad a toda España a lo largo de 2021. Correos ha tomado esta decisión después de “la buena acogida obtenida por los ciudadanos” que se han beneficiado de estos servicios en Jaén y Lugo, las únicas localidades en las que la compañía ha realizado su proyecto político.

En este sentido, la compañía estima que la plantilla que trabaja en el reparto rural ascienda a las 6.400 personas para así poder garantizar que los servicios que se prestan en zonas rurales son los mismos que las superficies interurbanas. Los empleados de Correos podrán realizar estas labores gracias a los dispositivos electrónicos portátiles (PDAs) con los que cuenta el personal de reparto.

Los ciudadanos atendidos por los servicios rurales de Correos podrán así comprar los diferentes productos postales básicos durante la visita diaria del cartero a su domicilio, así como embalajes de diferentes tamaños para acondicionar sus paquetes y enviarlos.

También podrán realizar el pago de de recibos de servicios como la luz, el gas o el teléfono, con tarjeta bancaria a través de la PDA de los carteros, entre otras operaciones.

Por último, desde Correos han asegurado que evaluarán la extensión progresiva de esta iniciativa y estudiarán la incorporación de nuevos servicios de proximidad para los ciudadanos.