Así lo refleja el Barómetro del CIS publicado este lunes, cuyo trabajo de campo consistió en 3.823 entrevistas realizadas entre el 5 y el 14 de marzo. En dichas entrevistas, Robles y Calviño recibieron una puntuación media de 5,3 puntos sobre 10, mientras que Díaz, en el primer Barómetro posterior a su encumbramiento a vicepresidenta, les sigue con un 5,2.

Detrás de las tres ministras más aplaudidas aparece otra mujer, la titular de Sanidad, Carolina Darias, con un 4,8, e, inmediatamente después, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el primer hombre, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ambos con un 4,7 de promedio.

En el otro extremo, Iglesias, que solía ser el peor valorado del Ejecutivo, ha legado tan dudoso honor a dos de sus compañeras de partido, Montero y Belarra, que se estrena como ministra con una puntuación del 3,5, idéntica a la de su amiga y titular de Igualdad. Poco por encima de Montero y Belarra han quedado otro ministro elegido a instancias de Unidas Podemos, el de Universidades, Manuel Castells, con un 3,7, y tres socialistas; el de Justicia, Juan Carlos Campo; el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, con un 3,8.

Curiosamente, el exvicepresidente, que venía viendo disminuir su valoración como líder político durante los últimos cinco meses, ha remontado el vuelo, en concreto cuatro décimas, del 2,9 al 3,3, con su decisión de abandonar el Gobierno para presentarse como candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Con ese ascenso, empata como tercer líder estatal más valorado con la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que pierde exactamente esas cuatro décimas, desde el 3,7 con que se la puntuó de media en marzo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mantiene como el dirigente mejor calificado con un 4,5, dos décimas más que el mes pasado. El líder del PP, Pablo Casado, reemplaza a la de Cs en la segunda posición gracias al descenso de ésta y una subida hasta el 3,5, mientras que un crecimiento idéntico, de 2,6 a 2,7, no le sirve al presidente de Vox, Santiago Abascal, para abandonar el farolillo rojo.