“Necesitamos incentivos adecuados a que esa inversión privada venga”, resumió el banquero durante su intervención en las jornadas ‘Wake Up, Spain!' organizada por ‘El Español’ e Invertia.

El banquero defendió que los fondos representan una “oportunidad inmensa” para “impulsar la modernización” de la economía en materias como la digitalización o la transición energética y donde el sector público tendrá un papel clave que jugar.

Al respecto indicó que habrá que acometer determinadas infraestructuras, por ejemplo, en el sector energético o en materias de investigación donde “va a ser difícil que se arriesgue el sector privado si no tiene algún punto de cobertura de los riesgos más extremos”.

En materia de proyectos contra el cambio climático de manera específica indicó que son proyectos donde es “muy importante” que los fondos lleguen también a pymes y particulares, que también tienen su transición que hacer, y sería bueno “que contáramos con programas de grandes espectros” que permeen.

Por otro lado, juzgó clave que “el uso de los fondos se haga con procesos competitivos”. “Tienen que ser ágiles, pero también tienen que respetar que los fondos se dediquen con transparencia y con competencia”, abundó, explicando que, más allá del dinero que llegue desde Europa, la gran oportunidad será movilizar el máximo posible de inversión privada de la mano de los fondos europeos para multiplicar su impacto.

“Es un gran reto, pero la gran oportunidad es que multipliquemos estos fondos con la inversión privada porque la inversión privada correlaciona muy bien el crecimiento económico con el bienestar de las sociedades”, señaló.

Según relató, hay muchos estudios que lo avalan y de forma específica citó uno de BBVA donde concluye, en base a un estudio de 100 países en los últimos 60 años, que “diez puntos más de inversión sobre PIB conducen a crecimientos anuales del PIB, del 3%” porque “hay una elasticidad muy fuerte y la inversión es la variable que más explica el crecimiento a largo plazo”, ya que dos tercios del crecimiento vienen generada por ella.

En el caso específico de la transición energética, estimó que se ofrece una “gigantesca oportunidad para generar crecimiento y bienestar”, que “no solamente es bueno para el planeta y es necesario, sino que es una oportunidad inmensa”, sobre todo y de manera especial para España.

Según el presidente de BBVA, “partimos con posición de ventaja” porque el proceso pasa por la electrificación y su descarbonización y “ahí España tiene el recurso natural: el nuevo petróleo. Tenemos viento, tenemos sol, que nos va a dar una segunda vida más potente que turismo todavía”, auguró, indicando como prueba que el precio de los renovables en España con Alemania se ve “un factor dos o tres veces más barato”.

Sin embargo, también reconoció que la transición implica un factor negativo ya que habrá industrias “enteras” en riesgo. “Cuando digo industrias al final son personas, empresa, sectores enteros de actividad, regiones que tienen más exposición a esas empresas o a esos sectores de actividad que desaparecen. Cadenas de suministro completas que están consolidadas ya no van a existir en un tiempo muy corto de forma sobrevevenida porque la sociedad se autoimpone hacer algo que es necesario”, indicó.

Según Torres, el Estado deberá ayudar a estas empresa, regiones y personas porque “no tienen que sufrir las consecuencias solos sin compensación”. “Ese efecto está ahí y tenemos que gestionarlo y los poderes públicos tienen un papel muy relevante de compensar y de ayudar a aquellos que se ven más afectados”, resumió.