En el vídeo, de algo más de tres minutos, Iglesias subraya que “están pasando cosas muy fuertes” que pueden pasar desapercibidas en la vorágine preelectoral. Enumeró el insulto este fin de semana de un jugador del Cádiz a otro del Valencia llamándole “negro de mierda”, tras el cual el partido, brevemente suspendido, siguió celebrándose sin el insultado pero con el agresor, y sin más consecuencias ni reproches penales, a diferencia de otro en el que la afición del Rayo Vallecano llamó “nazi” a un futbolista del Albacete. “Todo muy normal”, ironizó.

Luego, pasó a recordar que la cuenta oficial de Vox prometió deportar al mantero Serigne Mbayé, que va en la lista electoral de Iglesias, y él apuntó que tendría que ser “por negro”, dado que ya es ciudadano español. “Y no pasa nada, ni sanción de la Junta Electoral ni reproche jurídico”, se quejó. Además, apuntó que el periodista Federico Jiménez Losantos bromeó que, si Mbayé entra en la Asamblea de Madrid, habría que instalar cámaras de seguridad, dando a entender así que éste podría robar. “Y no pasa absolutamente nada”, repitió.

De ahí, el exvicepresidente del Gobierno pasó a recordar que algunos neonazis acudieron “amablemente” a mostrarle el saludo fascista del brazo en alto tras un acto preelectoral en Coslada y el ataque con un cóctel molotov a la sede de Podemos en Cartagena. Denunció que aún no hay detenidos y que ningún periódico de papel lo llevó en portada al día siguiente y se preguntó qué habría pasado si se hubiera tratado de una sede del PP, aventurando que se habrían producido declaraciones institucionales de condena.

Una vez finalizado su relato, Iglesias, mirando a la cámara, se dirigió en segunda persona del singular a un eventual espectador que no es negro, ni vota a Podemos, y a quien él le cae “fatal”, para decirle: “No te voy a pedir el voto para el 4 de mayo, pero dale una vuelta a lo que está pasando, porque no nos jugamos sólo qué partido gane y quién gobierna. Nos jugamos lo más importante: la libertad”.