Estafa

Cae en Madrid y Cataluña una banda especializada en el robo de vehículos y estafas a compañías aseguradoras

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha desarticulado en la Comunidad de Madrid y en Cataluña una organización criminal especializada en el robo de vehículos y estafas a compañías aseguradoras.

Según informó este miércoles la Policía, se ha detenido a cinco personas -cuatro en Torrejón de Ardoz (Madrid) y una en Lérida-, que, presuntamente compraban coches siniestrados para adquiere su documentación original y utilizarla en vehículos robados, de la misma marca y modelo. Tras ponerlos en circulación, contrataban pólizas de seguro que incluyeran la cobertura por robo para, posteriormente, denunciar la sustracción de los coches y cobrar la indemnización.

Una vez reportado a las aseguradas, desmontaban los coches y los dejaba abandonados hasta que eran recuperados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, momento en el que solicitaban que fueran trasladados a un taller de su connivencia, donde repetía otra vez los mismos pasos.

Se efectuó un registro en dicho taller ubicado en Torrejón de Ardoz (Madrid) donde se intervinieron dos vehículos con motores y piezas pertenecientes a coches robados, dos motores sustraídos, numerosas piezas de vehículos también robados y diversa documentación de las estafas cometidas.

DESPIECE DE VEHÍCULOS

Las primeras sospechas comenzaron en enero de este año cuando los agentes recibieron información sobre la recuperación de un coche robado sobre el que trataron de entregarlo en un taller de Madrid. Con la información recabada, los agentes averiguaron que tras la apariencia legal de un taller concertado con las principales compañías aseguradoras se encontraba un grupo criminal dedicado de forma profesional al robo de vehículos y estadas a compañías aseguradoras.

Para hacerlo, compraban turismos siniestrados para hacerse con la documentación original y, posteriormente, conseguían un coche robado del mismo modelo y marca al comprado para utilizar dicha documentación, ponerlo en circulación y contratar una póliza de seguros que incluyera la cobertura por robo. A continuación, dejaban pasar un tiempo y denunciaban su robo para cobrar la indemnización.

Más tarde, desmontaban el coche para dejarlo abandonado a la espera de ser localizado por alguien y, una vez que esto sucedía, solicitaban que fuera trasladado a dicho taller donde repetían otra vez los mismos pasos. De este modo obtenía doble beneficio, ya que cobraban la indemnización del coche robado y el dinero obtenido con la venta del vehículo siniestrado y que había sido reparado con las piezas robadas.

(SERVIMEDIA)
31 Mar 2021
BMG/nbc